para encontrarnos sin esperanza, para encontrar que la pintura no existía realmente.
... El despertar tuvo la exaltación de una revolución. Fue ese despertar
el que inspiró la aspiración ... para comenzar desde cero, para pintar como si la
pintura nunca hubiera existido antes. Fue aquel momento revolucionario puro
lo que hizo pintores de los pintores”, escribió en Possibilities, en 1947. Motherwell
organizó en 1951 la exposición The School of New York en la galería Perls de Beverly
Hills, con el objetivo de reafirmar los ideales del arte estadounidense frente al
europeo. El mismo año, en París, Michel Tapié presentó en la galería Facchetti la
muestra Signifiants de l’Informel en la que surgió el término “informal”. En 1952, con
la excusa de reivindicar un arte distinto a las abstracciones geométricas, Tapié
reunió en Un art autre, también en la Facchetti, la abstracción informal europea
y estadounidense, demostrando así que no era tan fácil robar a París la idea y la
capitalidad del arte moderno. Hacia 1953, Sempere lloraba, de verdad, al tener
que despedirse de la figuración: “Como si fuese a entrar en un convento. Como
si fuese la despedida de un mundo para introducirme para siempre, en otro”.18
Aquel año de 1953, la abstracción triunfaba institucionalmente en España. Ya
era oficial.
18 Recordó Sempere con motivo de su exposición en la galería Edurne, en 1974.
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