como en la introducción de la permutabilidad y la variabilidad en sustitución a
los principios de estabilidad y armonía derivados de la aplicación de las proporciones
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áureas.
Las teorías de la percepción de la Gestalt y de las formulaciones de Ludwig Wittgenstein
sobre los límites del lenguaje en relación con el entorno fueron en parte
responsables de esos cambios conceptuales. Las obras de Smith, junto a las de
otros artistas minimalistas como Donald Judd o Richard Serra, dejarían de ser consideradas
como sistemas apriorísticos para pasar a ser experiencias de percepción
cuyo significado dependería no solo de cómo eran concebidas sino de la manera en
que eran percibidas y del contexto en el que eran situadas. Ya no eran un producto
acabado sino que formaban parte de una dinámica en la que cobraría gran importancia
la eliminación de las jerarquías compositivas, la serialidad, los materiales
estandarizados y de origen industrial, la fabricación programática, el escenario
expositivo y el papel interactivo del espectador.
Smith, en un texto que publicó en Artforum en 1966, señaló a la forma como
tema específico de la escultura frente al espacio y la luz, propios de la arquitectura,
y habló de su interés por la “topología, las matemáticas de la superficie, la
geometría euclidiana y las relaciones entre la línea y el plano”1. Así, Tony Smith
rompió, en esculturas como en For M.S., 1969, con la combinación tradicional de
áreas horizontales y verticales, introduciendo ángulos superiores o inferiores a los
habituales de noventa grados para producir superficies inclinadas y cambiantes
según fuese la posición del espectador en el espacio. Del mismo modo Richard
Serra realizó su serie Prop con el fin de obtener el equilibrio físico por la compensación
de las fuerzas y pesos de sus componentes. En estas piezas, conceptos como
proximidad, conectividad o compacidad fueron esenciales, especialmente, cuando
se multiplicaron sus elementos y alcanzaron autonomía con respecto a los límites
del espacio como vemos en V+ 5: Michael Heizer, 1969.
Estas nociones de equilibrio frágil y precario, donde el enfrentamiento entre el
caos y el orden se escenificaba de manera silenciosa, fueron algunas de las características
propias de la obra que Adolph Gottlieb realizaría entre 1956 y 1974. En su
1 Traducción de la entrevista “Talking with Tony Smith”, realizada por Samuel J. Wagstaff y publicada
por Artforum, December 5, 1966 y que el IVAM reprodujo en el catálogo de la muestra que dedicó a Tony
Smith del 14 de marzo al 19 de mayo de 2002. Valencia: IVAM; Madrid: Aldeasa, 2002, p. 129.