no pasaron inadvertidas sus relaciones con artistas y galeristas de París para el
director del Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Madrid, José Luis Fernández
del Amo, que durante los primeros meses de 1957 mantuvo correspondencia
con Sempere para realizar una exposición con reconocidos artistas de la galería
Denise René y adquirir obra de Vasarely y Arp, proyectos que finalmente no se
realizaron.
1957 fue un año importante para el arte español. Por los contactos y atención
institucional a los artistas que residían dentro y fuera del país, con el propósito
de activar el lento proceso de estratégica normalización política iniciado en 1950,
cuando comenzó a romperse el aislamiento impuesto a España como resultado
de una nueva política, estratégica también, en el contexto de la Guerra Fría que
en el ámbito artístico derivó en acuerdos internacionales beneficiosos para el conocimiento
en España, bajo control, de lo que ocurría fuera y para la difusión en
el exterior de lo que sucedía dentro. Por el éxito español, tan bien planificado,
en las citas internacionales. Y por un aspecto que interesa ahora subrayar: la
presentación de las principales tendencias del arte abstracto. Los encuentros de
artistas y teóricos durante la Primera y Segunda Semana de Arte en Santillana
del Mar, celebradas en 1949 y 1950, sirvieron de antecedente al I Congreso Internacional
de Arte Abstracto que tuvo lugar en agosto de 1953 en la sede de la uimp
en Santander, que incluyó el “Curso sobre Problemas de Arte Abstracto”, cuyo
contenido se publicó en el libro El arte abstracto y sus problemas (1956), y la exposición
Arte Abstracto 1953. Museo de Arte Contemporáneo en el Museo Municipal de Santander,
que instituyó e institucionalizó oficialmente la idea del arte abstracto como la alternativa
más adecuada a otras opciones, amparada en su sentido trascendental
al servicio del espíritu, que fue clave para su aceptación general. A partir de 1954,
José Luis Fernández del Amo, “insuperable arquitecto a lo divino y un cristiano de
desbordante plenitud humana”, como lo presentó Joaquín Ruiz-Giménez,2 configuró
su programa de exposiciones no sin dificultades,3 que incluyeron la reforma de los
espacios expositivos en los locales de la Biblioteca Nacional ante la imposibilidad
de construir un edificio de nueva planta para el Museo de Arte Contemporáneo, y
2 Joaquín Ruiz-Giménez, “Arquitecto y plenitud humana”, en José Luis Fernández del Amo. Un proyecto de Museo
de Arte Contemporáneo, Madrid, Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía, 1995, p. 15.
3 La programación expositiva del Museo Nacional de Arte Contemporáneo de Madrid puede consultarse
en el catálogo ya citado que acompañó a la exposición José Luis Fernández del Amo. Un proyecto de Museo de Arte
Contemporáneo en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.
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