caso de Porteville, la pieza que el artista elaboró para formar parte de la colección del
IVAM hace trece años, la sensación que se produce, cuando los ojos se acomodan a
la cantidad y calidad de luz existente en la sala, es la de percibir paredes de luz, barreras
móviles y cambiantes en color y tonalidades, que atraviesan diagonalmente
el espacio, dividiéndolo en diferentes secciones o planos. Porteville (2004) pertenece
a la serie Wedgeworks que Turrell inició, por primera vez, en 1969 como resultado de
la manipulación y evolución de otra de sus series precedentes Shallow Space Constructions
(1968-69) con las que pretendió desafiar la manera en que el espectador percibía
el efecto de profundidad en el espacio. Con Porteville, Turrell invita al obsevador
a reflexionar no solo sobre la alteración de la perspectiva provocada por el movimiento
de las pantallas de luz, sino también sobre la tactilidad y versatilidad del
color y de sus tonos. Según sus propias palabras, su deseo era conectarnos directamente
“a un pensamiento sin palabras, un pensamiento que no forme parte de
la historia”, sin imágenes precedentes ni ideas preconcebidas, donde sea posible
enfrentarnos tanto a la soledad como a una gran belleza o, simplemente y llanamente,
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a la pureza del pensamiento3.
3 Palabras de Turrell procedentes de una entrevista que Craig Adcock le realizó en 1989. Adcock, Craig
E.; Turrell, James. James Turrell: the art of light and space. University of California Press, 1990, introducción,
p. xx.