resultados de la guerra, y del segundo su Política de Dios, gobierno de Cristo, tiranía de Satanás
como instrumento de denuncia ante la corrupción que el sistema absolutista
desarrolló en nombre de la religión. Tanto uno como otro utilizaron un lenguaje
crítico y de rebeldía ante el despotismo de los poderosos.
Víctor Nieto diría que El Paso tomó como modelo a Goya por ser “el prototipo
de artista que luchaba por romper las ataduras que le impedían acceder a la libertad”
2. Sin embargo, otros historiadores del arte, como Jorge Luis Marzo, no
consideraron a los miembros de El Paso como héroes morales del antifranquismo,
sino como colaboracionistas que evitaron una confrontación directa con
los tecnócratas del régimen hasta los años sesenta, cuando habían alcanzado la
fama gracias al apoyo oficial en las distintas ferias y muestras internacionales
y se vieron libres y con fuerza para hacer pública su afiliación a políticas de corte
izquierdista. Para Marzo “los artistas protagonistas de los años cincuenta se
situarán con celeridad en la nueva pool position de la carrera por la democracia, y
junto a los críticos, llenarán las páginas de los manuales de historia del arte de
discursos panegíricos sobre cómo el formalismo consiguió romper el hielo de una
terrible dictadura”3.
Hasta ahora hemos visto dos visiones opuestas, dos conceptos enfrentados de
un solo movimiento que nos deben hacer reflexionar sobre lo que significó el surgimiento
del colectivo, sobre su valor histórico y social, sobre si la espontaneidad
de su gesto supuso o no una ruptura con la anquilosada plástica española de la
posguerra y si constituyó o no un paso hacia delante en la evolución estética de
nuestro arte.
Uno de los miembros de El Paso fue Manolo Millares, a quien en 1978 Ramón Tió
Bellido definió con tres únicos vocablos que resumirían los conceptos fundamentales
subyacentes a su práctica artística: insularidad, hispanidad y universalidad4.
Con el primero quiso hacer referencia a la obsesión de Millares por la arqueología
2 Nieto Alcaide, Víctor. “El Paso:poética e ideario. Tudelilla, Chus (com.). El paso a la moderna intensidad.
Fundación Privada Antonio Saura, noviembre 2008-enero 2009; Museo Antiguo Convento de la Merced,
enero-marzo 2009. Toledo: Junta de Comunidades de Castilla-La Mancha, 2008, p. 56.
3 Marzo, Jorge Luis. Art modern i franquisme: els orígens conservadors de l’avantguarda i de la política artística a l’estat
espanyol. Girona: Fundació Espais d’Art Contemporani, 2007, p. 275.
4 Tió Bellido, Ramón. “La historia de Millares”. Millares. Cuadernos Guadalimar, nº 20. Ediciones Rayuela,
1978.
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