fenómenos perceptivos, las ilusiones ópticas, el movimiento, la estética numérica,
los avances mecánico-tecnológicos y las estructuras visuales de carácter sintáctico.
En España, colectivos como MENTE, Antes del Arte y el Seminario de la Generación
Automática de Formas Plásticas del Centro de Cálculo de la Universidad
Complutense de Madrid basaron su actividad en esos principios, trabajando sobre
las estructuras de repetición modular, junto a sus simetrías, traslaciones y rotaciones;
las figuras imposibles de Pensrose; las basadas en las series numéricas de
Fibonacci; los espacios polifocales; y las combinaciones bipolares de lo positivo y lo
negativo. Artistas como Manuel Barbadillo, Soledad Sevilla, Elena Asins o José Mª
Yturralde indagaron en estos preceptos, distinguiendo entre lo que suponía el proceso
de concepción de la obra y su pura ejecución mecánica para la que optaron por
la asistencia de herramientas informáticas. Un ejemplo de ello fueron las Figuras
imposibles de Yturralde en las que el ordenador sugería las posibles combinaciones
para la unión de distintos puntos situados en el plano mediante barras paralelepípedas
al objeto de simular figuras tridimensionales mediante la representación
bidimensional. Asimismo, Yturralde aplicaría colores planos sobre el lienzo al objeto
de subrayar el carácter impersonal de la imaginería que estaba fabricando y
que dejaría siempre abierta a su multiplicación serial.
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