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MAR VILLAESPESA: …Al inicio de la pasada primavera me
comentas que el IVAM te invita a presentar un proyecto
expositivo en torno al Mediterráneo, ubicación geográfica del
museo.
FEDERICO GUZMÁN: Sí, lo he denominado Al borde del mundo.
MV: Tengo entendido que la invitación forma parte de un
programa sobre ese ámbito y con diferentes formatos, entre
ellos, el Congreso Imaginar el Mediterráneo, con el objetivo,
entre otros, de debatir los cambios socioculturales y políticos que
se están produciendo e impulsar nuevas narraciones “teniendo
presente tiempos pasados”.
FG: El encargo de mi exposición no conlleva trabajar aspectos
determinados, parto de la premisa de libertad total y de la
Galería 6 de dos plantas.
MV: Hoy en día al pronunciar la palabra Mediterráneo lo primero
que te viene a la mente es exclusión y restricción de derechos,
una Europa convertida en sí misma en frontera que ha erigido un
complejo de dispositivos violentos de control de migraciones, de
movimientos de población expulsada por políticas neocoloniales
con las que Occidente desestructura sus espacios de vida y
de origen. Hace justo veinte años te acercas a los flujos de
migraciones –al Estrecho de Gibraltar por donde circulaban,
provenientes del Magreb y del África subsahariana– para
elaborar una propuesta para Almadraba1, proyecto que plantea
pensar críticamente las políticas migratorias y de infraestructuras
energéticas, concebidas desde instancias y normativas
supranacionales e instrumentos de integración sociopolítica de la
Unión Europea, diseñada poco antes en el Tratado de Maastricht.
FG: No puedes dejar de mirar a los acontecimientos en las aguas
del Mediterráneo, ni en el desequilibrio entre sus orillas, pero
Al borde del mundo no los afronta directamente; aunque no es
ajeno a ello en cuanto imagina nuestro paisaje como una utopía
transcultural de una sola orilla. Al tema de la emigración me acerco
con el colectivo Local Cultura2. Nos establecimos temporalmente
en la orilla sur del Mediterráneo, en Ceuta, frontera con
Marruecos, con la idea de indagar en lo próximo y en lo que nos
separa, en lo local y lo singular. Partimos de expandir espacios de
debate con las producciones estéticas, y cada uno de nosotros, a
su vez, partimos de un elemento escultórico común –una patera–
para crear una muestra auto-organizada a modo de flotilla de
desembarco metafórico en el Museo Marítimo de la ciudad. Yo
parto de un coche pintado como una patera y convertido en una
unidad móvil con megafonía –que recorre las calles de Ceuta
emitiendo sonidos ambientales, músicas de sirenas y entrevistando
a distintas personas– para la emisión de un programa de radio
Una conversación (ni real ni ficticia) con Federico Guzmán
iniciada hace muchos años en varios espacios y tiempos…
1. Proyecto de arte público, comisariado por Corinne Diserens y Mar Villaespesa, producido por BNV
producciones. Algeciras, Gibraltar, Ceuta, Tánger, Tarifa, 1997.
2. Formado con Miguel Benlloch, Raimond Chaves y Alonso Gil.
Mar Villaespesa