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Sin título, 2008. Técnica mixta sobre papel, 21 x 29 cm Makaltu y la mula Taína en el Museo de Tifariti. Sáhara Occidental liberado 2008
Te quiero libre, 2009. Lápiz y acuarela sobre papel, 29 x 21 cm
FG: Una escultura en goma espuma de un animal con una gran
capacidad de carga, adornada con talabartería tradicional, que
transporta en las alforjas un cargamento de bienes, como su
tocayo digital, el programa de intercambio de archivos eMule.
Presento esta escultura, que fusiona lo virtual con lo terrenal
y el pasado con el presente, en el marco del taller Preferiría
hacerlo. Arte = Capital22 (homenaje a Beuys), en el que seguimos
pensando sobre la libre distribución de conocimiento, sobre
los comunes. Luego, la mula forma parte de una caravana
humanitaria para la segunda edición de Artifariti, a donde un
grupo de artistas viajamos y, desde entonces, allí está en el
Museo de Tifariti.
MV: La práctica del conocimiento situado te lleva a establecer
contactos y colaboraciones, o más bien vínculos, con poetas y
artistas saharauis, con investigadores, con cartógrafos, entre
otros; tras experiencias vitales, estéticas, políticas y didácticas
relacionadas con el conflicto y con darlo a conocer, creas un
universo de imágenes que representan diversos aspectos del
apartheid en el que vive el pueblo saharaui, del expolio de sus
recursos naturales, de las violaciones de derechos humanos o
de la existencia de un muro o berma militar de 2.700 Km. con el
campo de minas más extenso del mundo.
FG: El pueblo saharaui, ocupado y exiliado, resiste como la talja,
el invencible árbol del Sahara, una acacia espinosa, medicina
y alimento de camellos, que hunde sus raíces en las rocas del
desierto. Con una metáfora comparable, Paul Klee parangonaba
al artista con un árbol. Las raíces le unen con el mundo y la
naturaleza de donde extrae la savia que alimenta su mirada y su
talento, que se corresponden con el tronco, el cual se expande
hacia todos lados en las bellas ramas, pero esa belleza que no
nace en el artista, sino que pasa a través de él, es transformación
alquímica interior. Como el árbol de Klee crecemos
espiritualmente y nuestra transformación está vinculada a dar
forma al mundo que habitamos… La acacia del desierto la pinto
en un mural para la sede del Ministerio de Cultura de la RASD, en
cuyo centro hay un libro abierto con un viejo proverbio saharaui:
“la espina, desde que nace, ya pincha”. Según me explican amigos
saharauis, se refiere a la predisposición innata de los niños y niñas
a ayudar en las tareas de la jaima.
22. Impartido en Regreso al futuro, décima edición del Festival Zemos98, Sevilla 2008.