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llega a mis manos, en la Biblioteca Pública de Valencia, la
fascinante investigación del filósofo Peter Kingsley del poema
Sobre la naturaleza de Parménides, En los oscuros lugares del
saber, fuente que me lleva a definir el proyecto y de la que sigo
bebiendo, leyendo y soñando.
MV: Anteriormente te acercas a la mitología griega con Argos, la
patera reciclante.
FG: Retomo la leyenda de Jasón y los argonautas en busca del
vellocino de oro a bordo de una nave, que lo largo del periplo
es reparada pieza por pieza de manera que, a su vuelta, el
único elemento original que conserva es el nombre, Argos. Me
interesa cómo el arte puede servir para abordar una metáfora de
cambio y renovación. La obra es una embarcación de corcho a
escala real, como las utilizadas por los inmigrantes para alcanzar
nuestras costas en un trágico goteo, encapsulada como los
proverbiales mensajes en botella que se arrojan al mar.
MV: Imagino que en la fuente que define Al borde del
mundo encuentras conexión con algunas de tus curiosidades
relacionadas con la idea de viaje y autoconocimiento para
comprender el mundo.
FG: Sí en cuanto que el autor sugiere que transformar pasa por
nuestra voluntad de ser transformados, o que en lugar de amor a
la sabiduría, la filosofía se convierte en occidente –a partir de las
escuelas de Platón y Aristóteles– en el amor a hablar y discutir
sobre ello.
MV: Ideas que plantean corrientes actuales de la filosofía, de las
que te alimentas desde hace tiempo.
FG: Hay una corriente de renovado interés en la filosofía como
maestra de vida, la sabiduría que se acerca a la vida cotidiana y
que recupera la raíz sapiencial de la filosofía. La obra de filósofas
pioneras en la filosofía práctica y el pensamiento oriental
como Mónica Cavallé24 está alineada con lo que se denomina
“sabiduría perenne”, que, siendo nueva, es la más antigua, la
misma raíz olvidada de la filosofía. La autora insiste en la urgencia
del diálogo con el pensamiento de las culturas orientales y
en la importancia de un saber transcultural. Uno de los hilos
conductores de su reflexión es la naturaleza del “yo”. Resonando
con el Tao, la Advaita vedanta y los filósofos estoicos, Cavallé
explica que esta cuestión es particularmente reveladora de los
límites de la filosofía; porque implica poner la atención sobre
los presupuestos del propio filosofar –“quién y desde dónde” se
filosofa, la dimensión en gran medida olvidada por la filosofía–;
y porque, para toda filosofía perenne, es esta la cuestión más
radical, pues donde sitúe y vivencie el filósofo el sentido de
su propia identidad, determina el alcance y la naturaleza de su
Concierto de Pililli Narbona y Ballena Gurumbé en Tuiza, las culturas de la jaima. Palacio
de Cristal del Parque del Retiro. MNCARS, Madrid 2015
Logos, 2015. Témpera sobre papel, 30 x 30 cm. Colección María Luisa Romero
MV: Teniendo en cuenta la compleja dimensión cultural y
geopolítica del Mediterráneo, no habrá sido fácil el proceso –o en
tu caso sería más apropiado hablar del rodar por la geografía de las
ideas– hasta llegar a la definición del proyecto Al borde del mundo.
FG: En el trabajo de campo realizado en la Comunidad
Valenciana investigo en las bibliotecas, en los Museos de
Etnografía y Arqueología, en el Jardín Botánico; me entrevisto
con artistas, ecologistas, antropólogos, amigos y profesores
de artes de la Universidad Politécnica de Valencia y con Jose
Albelda. En el recorrido recojo información sobre ecosofía
(la hipótesis Gaia de la bióloga evolucionista Lynn Margulis,
“honoris causa” de la Universitat de València), arqueología (arte
rupestre del Levante y arte ibérico o un archivo de imágenes
de las enigmáticas “diosas oculadas” del neolítico). Hasta que
24. Mónica Cavallé, La sabiduría recobrada. La filosofía como terapia, Grupo Anaya, 2002.