- La comisaria Mª Jesús Folch y Mónica Pérez Blanquer desvelarán las claves de una muestra que reivindica la obra de la artista alicantina
- El museo reúne más de 130 obras que repasan todas sus facetas artísticas, más allá de su contribución al informalismo, y da una visión más intimista de su arte
València (26.11.24). El Institut Valencià d’Art Modern (IVAM) rinde homenaje a la artista alicantina Juana Francés en el centenario de su nacimiento con una muestra antológica que, tras su paso por el IVAM Alcoi y el Centro Niemeyer de Avilés, profundiza en su trayectoria vital y artística y se amplía con piezas inéditas.
En el marco de la muestra, que se podrá ver hasta marzo de 2025, este próximo jueves, 28 de noviembre, la comisaria y conservadora del IVAM, Mª Jesús Folch junto a Mónica Pérez Blanquer, gestora cultural especializada en teatro, ofrecerán la charla ‘Aquí también habitan dioses’. En ella desvelarán las claves de una muestra que reivindica el papel de la obra de Juana Francés en la historia del arte español, más allá de su contribución al informalismo y desde una perspectiva de género.
Durante la charla dialogarán en torno a la exposición, que se puede ver en la galería 4, “una muestra que trata de dar una visión más intimista del arte de Juana Francés, analizando las huellas documentales dibujadas por su archivo personal, descubriendo parcelas inéditas de su trayectoria como su participación en los poblados de Colonización a partir de 1956 o su producción de dibujos informalistas realizados entre 1963 y 1979”, ha explicado Mª Jesús Folch.
Este proyecto estudia la totalidad de la producción de Juana Francés, a través de 131 piezas de pintura, escultura, grabado y dibujo, procedentes, principalmente de los cuatro museos y centros de arte españoles que custodian su obra: el IVAM, el Museo de Arte Contemporáneo de Alicante, el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía y el Instituto Aragonés de Arte y Cultura Contemporáneos Pablo Serrano. La exposición se detiene asimismo en examinar sus fuentes de inspiración, como la influencia que tuvo sobre su obra la Generación del 98, el Teatro del Absurdo, el avance tecnológico e industrial y los viajes interestelares.
Folch ha destacado la singularidad de la exposición en València con nuevas aportaciones por parte de estos cuatro museos que han complementado la muestra con obra inédita de Juana Francés. A ellos se suman nuevas instituciones como el Instituto de Turismo de España, la Colección de Susana Spadoni o el Museo de Bellas Artes de Bilbao que han prestado piezas de gran interés histórico donde destaca una de las obras estrella de la muestra, Homínidos Angélicos (1970) del Museo Bellas Artes de Bilbao.
Asimismo, la muestra reúne un importante fondo documental (120 documentos) procedentes no sólo del Archivo personal de Juana Francés, ubicado IAACC Pablo Serrano de Zaragoza, sino también del Archivo familiar Fernández del Amo de Madrid, el Centro de Documentación de las Artes Escénicas y de la Música (CDAEM) INAEM – Ministerio de Cultura y Deporte, las Bibliotecas y Centros de Documentación del MNCARS y del IVAM.
La exposición está dividida en sus cuatro etapas artísticas conocidas que reflejan la confrontación entre figuración y abstracción, entre crítica sociológica y expresividad matérica.
El marco temporal de las Bienales Hispanoamericanas envuelve la primera etapa de una figuración enigmática, de carácter italianizante, repleta de una iconografía dominada por el silencio, la autocensura y la incomunicación (1950-1954). Le siguen dos secciones dedicadas a la abstracción: la informalista (1956-1963) y su relación con el grupo El Paso (1957-1960) y la cosmológica, dedicada a plasmar su cosmovisión del universo y la naturaleza a través del movimiento y el color en su serie Cometas y Fondos submarinos (1980- 1990).
Por último, la muestra termina con su serie más larga, de casi veinte años de duración, y de signo más crítico e ideológico a la que titula El Hombre y la Ciudad. Según Folch “este último bloque arranca con sus Paisajes y Tierras de España (1960-1963), conjunto de obras todavía de raíz informalista que presenta un hilo referencial con la Generación del 98 y se transforma en su serie El Hombre y la Ciudad (1963-1979), conformada por espectaculares piezas de carácter escenográfico en las que denuncia un entorno humano angustioso y agobiante producto de la creciente industrialización de la España de finales de los años sesenta, en el contexto mundial de la Guerra Fría.