Lee Friedlander

ExposiciónIVAM Centre Julio González

Lee Friedlander (Aberdeen, Washington, EE. UU., 1934) representa uno de los ejemplos más paradigmáticos de la fotografía documental estadounidense, al ser capaz de mostrar la magnitud casi inabarcable de un país en esencia contradictorio. Los paisajes desérticos y las plazas comerciales; exteriores-día callejeros e interiores-noche en habitaciones de moteles comparten una mirada personal y una aproximación valiente a un entorno inmediato hosco. Sus imágenes toman el relevo de los máximos exponentes de la Farm Security Administration casi treinta años después para construir una mirada sobre la cotidianidad norteamericana que, a diferencia de la FSA, no implica un posicionamiento social preponderante, sino una aparente neutralidad. Las composiciones de sus fotografías están continuamente alteradas por líneas de fuga y reflejos cruzados en los escaparates y ventanas de los comercios; escenas urbanas de un país en esencia capitalista que no puede esconder las costuras de sus propias desigualdades. Con inusitada frecuencia, asimismo, el fotógrafo incluye en las escenas el reflejo de su cuerpo fragmentado, lo que genera una implicación en el entorno, pero también duplica su distancia.

Aunque comenzó a fotografiar con catorce años, Friedlander estudió en el Art Center de Los Ángeles y es en 1956 cuando se profesionaliza, realizando encargos comerciales y portadas de discos. Dos becas Guggenheim en 1960 y 1962 le permitieron profundizar en el imaginario norteamericano y desarrollar su estilo, a partir de aparentes y sencillas instantáneas, como documentalista de la vida diaria estadounidense. Proyectos como The American Monument, al que dedicó más de diez años, y el foto-libro Self-Portrait (1970) le dieron fama internacional y lo consagraron como un claro renovador de la fotografía documental.

Esta muestra incluye ciento dieciséis fotografías en blanco y negro realizadas por Friedlander entre 1955 y 1990 y se acompaña de una publicación que incluye todas las obras presentadas, un texto en profundidad de Christian Caujolle y una introducción del comisario.