Mujeres trabajadoras-Fortaleced la Brigada de Choque, 1931
Huecograbado
98 x 71 cm
Valentina Kulagina (Moscú, 1902-1987)
En las dos décadas que siguieron a los hechos históricos de la Revolución soviética, entre la experimentación formal de la primera abstracción y la tutelada producción artística del realismo socialista, la fotografía y el fotomontaje ocuparon el núcleo central en el desarrollo de los movimientos de vanguardia que alumbró un lenguaje visual inédito. Valentina Kulagina participó activamente en los debates y aplicación de estas nuevas técnicas de comunicación, cultivando las posibilidades expresivas de la combinación de fotografías y otros recursos de la imprenta y el diseño gráfico en la realización de carteles de gran formato exhibidos en espacios públicos como auténticos precursores de las posibilidades innovadoras de los medios de comunicación de masas.
Tuvo una amplia trayectoria como diseñadora de carteles y publicaciones y exhibió su trabajo en diversas exposiciones en Rusia y Europa. En 1919 se unió a los estudios de Antoine Pevsner y Vladimir Favorsky en los SVOMAS (escuelas públicas de arte) de Moscú, donde conoció a su futuro marido, el artista Gustav Klucis. Durante 1920-1921 estudiaron juntos en los VkhUTEMAS o talleres estatales de arte y tecnología. Sus primeros fotomontajes y tipografía constructivista fueron expuestos en 1925, destacando por la fuerza y potencia de las imágenes. En 1928 colaboró en la organización de la sección soviética de la exposición Pressa en Colonia dedicada a la actualidad del periodismo, y aquel mismo año se convirtió en miembro del grupo artístico Octubre, exhibiendo su trabajo en la exposición colectiva de 1930 en Moscú. A finales de los años veinte diseñó y produjo carteles para Izogiz (la editorial estatal para el arte). Mostró su obra en las exposiciones Fotomontaje de Berlín en 1931 y Carteles al servicio del Plan Quinquenal de 1932. Siguió mostrando su trabajo en exposiciones en Rusia y a través de Europa hasta el arresto de su marido en las purgas estalinistas.
El compromiso de esta artista en este período de cambios profundos sociales y culturales la ha convertido en una figura ineludible cuando nos detenemos en la evolución del fotomontaje y el diseño gráfico y su capacidad de análisis de la realidad y su trascendencia para la cultura visual implicada en la transformación de las estructuras políticas y sociales. Esta estética del diseño productivista se apoyó en la consolidación y diversificación de la oferta de recursos expresivos en la era de la reproducción mecánica que impulsó el intercambio de ideas en un clara defensa del poder revelador de las técnicas compositivas del montaje.
En el conjunto de las portadas y carteles de Kulagina, pero también en sus diseños para exposiciones y ferias, estos métodos de movilización y concienciación de masas canalizaron la energía en favor de la defensa de temáticas contemporáneas como la igualdad entre géneros y la reivindicación activa del acceso de la mujer a los nuevos medios de producción, como ilustra este cartel de la colección del IVAM, que atesora una selección representativa de obras de esta artista adquiridas en 1995.