Pintura Azul 1, 1986
Desde un primer momento la precisión del título deja bien claro que la obra no es un paisaje, que no es la representación de una marina. Con su obviedad, el título señala al espectador la actitud que debe tomar cuando se coloca frente al cuadro.
No existe una referencia visual representativa de la naturaleza. Se trata de una pintura donde se ha empleado un color: el azul. No es necesario establecer una fácil analogía por la elección del mismo.
La intención es mostrar el modo en que la obra fue pintada poniendo visiblemente de manifiesto las circunstancias y maneras del proceso de ejecución.
En la contemplación, la experiencia estética conlleva una separación de la realidad empírica lo que nos conduce a nuevos supuestos. En ese espacio, donde aparece lo que no es, acaece el arte.
Jordi Teixidor