Viva Valenca

La relación que se establece entre la moda y el arte es una relación fecunda y extensa, que cuenta con muchos antecedentes históricos y que viene marcada por el pluralismo de sentidos y enlaces entre géneros. Cocó Chanel diseñó el vestuario de los ballets rusos de Diaghilev; Balenciaga se inspiraba en Velázquez, Zurbarán y Goya y el mismo Christian Dior bebió las fuentes del Art Decó. Recientemente, museos como el Metropolitan Museum of Art, el Guggenheim de Nueva York, la Fundación Cartier deParís o el Victoria & Albert de Londres han organizado importantes exposiciones sobre la obra de diseñadores como Giorgio Armani, Christian Dior, Yves Saint Laurent, Gianni Versace o Jean Paul Gaultier. Este fenómeno no es reciente, aunque quizás sí lo es su popularización, ya que en 1970, hace casi cuarenta años, el museo Metropolitan de Nueva York le dedicó una exposición al diseñador español Cristóbal Balenciaga. De este modo, y guiados por estos valiosos precedentes se hace necesario seguir reflexionando sobre el fenómeno de la moda en el ámbito artístico como expresión de la sociedad y reflejo de la cultura contemporánea de la cual emerge. Por ello, resulta de sumo interés aproximarse a una propuesta colectiva en la que participan diseñadores de hoy día y artistas pertenecientes a la colección del IVAM en la que podemos interpretar nuevas correspondencias en torno a esta fructífera interrelación. Así mediante confrontaciones dialécticas visuales revisamos las poéticas de la moda y su relación con el arte para conocer su contribución y grandeza. El diálogo entre Debota & Lomba, Jordi Teixidor y José Sanleón; Miguel Palacio, Pablo Palazuelo y Sophie Taeuber-Arp; Duyos, Antoni Tàpies y Pic Adriàn; Francis Montesinos, Natividad Navalón; Dolores Cortés, Sigmar Polke y Caio Fonseca; Teresa Helbig, Esther Pizarro y Elena del Rivero; Nicolás Vaudelet, Aurélie Nemours; Juanjo Oliva, Per Kirkeby y Anni Albers; Victorio & Lucchino, Lucio Fontana y Jean Pierre Bertrand; Alvarno, Jean Arp y Mompó; Elio Berhanyer, Sean Scully y Dieter Roth; Ana Locking, Tony Bevan y Bart Van der Leck; Ailanto, Linda Karshan y Huang Yan; Jorge Vázquez, Ralph Steiner y Carl Buchheister; Lydia Delgado, Claude Cahun y Pierre Soulages; Ágata Ruiz de la Prada, Julio González y Gerardo Rueda; Maya Hansen, Manolo Gil y Richard Hamilton; Hannibal Laguna, Ximo Lizana; Amparo Chordá, Ana Peters; Mompó, Lucio Fontana y Ángeles Marco; Alex Vidal, Andreu Alfaro y Miquel Navarro; Valentín Herraiz, Carmen Calvo y Eusebio Sempere; Gilles Ricart, Gilles Aillaud y Richard Lindner; Ángel Schlesser, Ad Reinhadt y László Noholy-Nagy; Pedro del Hierrro, Eduardo Chillida y Ana Peters. En la sala la organización del espacio se asienta sobre un pentagrama, invisible, que nos ayuda a escribir una melodía sorprendente donde se colocan con precisión musical las notas: diseños y obras de arte. Los cincuenta vestidos que nos ofrecen los veinticinco diseñadores participantes entablan un bello diálogo entre dos sentimientos contrapuestos pero al mismo tiempo muy relacionados: la nostalgia del pasado y la esperanza en el futuro. Las bambalinas negras nos llevarán por este insólito y onírico viaje: nos harán imaginar el futuro que han plasmado los diseñadores en sus creaciones y, una vez lleguemos a ese mañana flotaremos en la nostalgia de un pasado que no se termina de ir porque es nuestra raíz.