Vanguardia italiana de entreguerras

Futurismo y Racionalismo

ExposiciónIVAM Centre Julio González

La historia de las vanguardias artísticas es también la historia de sus contrastes y de los enfrentamientos estilísticos. No podría entenderse el arte moderno europeo del siglo XX sin la aportación italiana y, en concreto, sin las dos grandes tendencias artísticas progresivas del período de Entreguerras (1919-1933), el Futurismo de los años veinte y el Racionalismo de los años treinta. Ambos movimientos, en pleno apogeo del fascismo (con el que pasaron de la connivencia a la difícil convivencia) y sin renunciar a la internacionalidad del Constructivismo, el Purismo o el Dadaísmo, intentaron la aventura de hacer intervenir el arte en la vida.

La exposición presentaba pinturas y esculturas junto a reclamos publicitarios, diseños de moda y mobiliario, proyectos urbanísticos y de edificación, espacios escénicos, fotografía y cine. Se respeta así pues esa concepción de los valores artísticos en la que los creadores afrontan con el mismo empeño y dignidad tanto el trabajo de arte aplicado, como el de pintura o plástica pura.

La muestra se dividía en tres apartados principales. En primer lugar, la publicidad de Campari en los años veinte, con obras de Giacomo Balla, Fortunato Depero o Enrico Prampolini, entre otros, para los que la idea de la abstracción, de lo mecánico y de lo cósmico fue más importante que la propaganda de los productos que diseñaron. Otro apartado estaba dedicado a la arquitectura racionalista, tanto a través de los proyectos utópicos de Virgilio Marchi o Angiolo Mazzoni, como a la modernidad llevada a la práctica por Alberto Sartoris o Giuseppe Terragni, entre otros. En tercer lugar, estaban representados los artistas abstractos, constructivistas y concretos que constituyeron la vanguardia de los años treinta: Lucio Fontana y Bruno Munari; la galería Il Milione y los artistas agrupados en torno a ella; Alberto Magnelli y el grupo de Como, etc. Aportaciones que posibilitaron el desarrollo de decisivos movimientos de posguerra, como el MAC (Movimiento por el Arte Concreto) y abogaron por un arte libre de toda imitación y referencia.