Richard Lindner
La exposición retrospectiva del pintor norteamericano Richard Lindner reúne un total de 46 obras, 29 óleos y 17 acuarelas, realizadas entre 1950 y 1977.
Richard Lindner (Hamburgo, 1901 – Nueva York, 1978) cursó estudios de arte en la Escuela de Artes y Oficios de Nuremberg, Alemania. Tras residir en París, se instaló en Nueva York en 1941 donde trabajó como grafista e ilustrador para publicaciones como Vogue, Fortune y Harper’s Bazaar. Posteriormente, en 1952 acepta ser profesor de expresión gráfica en el Instituto Pratt de Brooklyn labor que desempeña hasta 1965.
En su obra pictórica Lindner abandona poco a poco los temas europeos, interesándose sobre todo por el mundo americano, del que extrajo extrañas y cáusticas alegorías. Sus estilizadas composiciones de colores vivos recuerdan fuertemente a las tiras cómicas, presentando unos robustos personajes – niños adultos, prostitutas, gángsters, policías – que provienen de un mundo urbano corrompido. En su elección de la figura humana como vehículo de expresión simbólica, Lindner pertenece a un distinguido grupo de artistas de la posguerra, incluidos Balthus y Bacon, que permanecieron apartados de cualquier escuela o movimiento.
Considerado en los sesenta como precursor del Pop Art, Lindner, insistirá siempre en que su arte era el de un intruso. Afirmó en una entrevista que se consideraba un hombre nacido entre dos generaciones, la dadaísta y una generación más reciente de artistas americanos. Su identificación como artista desplazado facilita la clave de su simbolismo figurativo. Sin embargo, por su ironía, su manera y sus temas, inspirados en la cultura popular y la publicidad, permanece ligado al arte europeo de entreguerras, como puede apreciarse por la gran carga erótica y la crítica social que aporta a sus creaciones.
La exposición según señala Werner Spies, director del Centro Georges Pompidou de París y autor del texto del catálogo, nos permite contemplar la obra de un significativo solitario. Lindner pinta un mundo del ayer. Su mirada se incrusta en el presente con la cansada conciencia de un hombre que sólo puede vivir la actualidad teniendo como fondo la Historia. Los europeos buscan lo americano en sus cuadros; los americanos, la parte europea. Lindner se sirvió del entorno americano conscientemente, sucumbiendo a su fascinación pero sin renunciar al segundo plano de su condición europea. La exposición ha sido organizada por la Fundación Juan March y el IVAM, Centre Julio González.