París 1930.
Arte abstracto – Arte concreto. Cercle et Carré
A finales de los años veinte, París es una ciudad cosmopolita que acoge a un gran número de artistas que huyen del auge del estalinismo, del fascismo y, a partir de 1933, del nazismo. El Surrealismo está firmemente asentado en París, es el movimiento abanderado por André Breton dispuesto a extenderse por el mundo. La fragmentación de la vanguardia parisina es evidente, sin embargo, y se observa en muchos artistas de tendencias abstractas y concretas que plantean un objetivismo en el arte muy alejado de los postulados surrealistas. Michel Seuphor y Joaquín Torres-García fundan el grupo Cercle et Carré, intentando incluir el Purismo y el Cubismo más abstracto con el fin de incorporar artistas franceses y ser aceptados por la crítica. El colectivo estuvo activo apenas unos meses de 1930 y realizó una exposición homónima con obra de 46 artistas de diversos estilos que, sin embargo, compartían conceptos constructivistas, geométricos y abstractos. Casi simultáneamente y en contra de este, Theo van Doesbourg y Jean Hélion, entre otros, crean Art Concret, un colectivo de duración todavía más efímera que el anterior. Pero Van Doesbourg analiza los fracasos de ambos movimientos y los refunda en Abstraction-Création que, este sí, nace en 1931 y perdura hasta 1936, incluyendo un centenar de miembros, de los que solo quince eran franceses.
Esta magnífica exposición se centró en la obra de artistas que, durante los años veinte, estuvieron activos en movimientos internacionales de abstracción, concreción o neoplasticismo, y que llegaron a la década de los treinta tras participar en tendencias como De Stijl, Bauhaus, Constructivismo, Unismo, el propio Surrealismo, la abstracción más clásica o el grupo a. r. polaco, que reunió la colección internacional del arte moderno de Lodz, entendida como un acto colectivo y social. También se dio a conocer a numerosos artistas desconocidos que participaron en grupos abstractos y concretos en Italia, Estados Unidos, Escandinavia, Suiza y Gran Bretaña. En la década que desencadenó la Segunda Guerra Mundial, este movimiento buscó (sin el éxito deseado) aproximar y hermanar a las naciones en la defensa de la cultura y en la realización de obras de arte.