Jean-Pierre Bertrand
La creación contemporánea, en especial la realizada a partir de la década de 1970, se caracteriza por la utilización casi indiscriminada de técnicas, la combinación exhaustiva de referentes y la transición entre materias con libertad y sin prejuicios. Jean-Pierre Bertrand responde a ese perfil de artista que realizó estudios de cine, dirigió películas, se adentró en el mundo del arte y se quedó allí resolviendo con pinturas, objetos, materiales bastardos y planteamientos estructurales, un principio básico de la creación multidisciplinar: cómo lidiar con el espacio y el tiempo de representación. Bertrand (París, 1937 – 2016), estudió en la Escuela Técnica de Cine entre 1955 y 1957; desde entonces y hasta 1969 se dedicó a trabajar como cámara en producciones cinematográficas y televisivas y es, hacia el final de la década de 1960, cuando afronta una serie de proyectos más personales e independientes en Buenos Aires, Roma, Hamburgo o Madrid. A partir de los años setenta expone regularmente.
El interés que demuestra sobre los procedimientos visuales y sus maneras de exponerlos le lleva a mezclar técnicas, recursos y conclusiones, hasta el punto de necesitar una cierta deconstrucción de los procesos que deriva en prácticas de clasificación matérica diversificada, generación de archivos o atlas de informaciones desmenuzadas. Su principio creativo se estructura como un filme, con sus cortes, secuencias, ritmos, ambientes… y gran parte de su interés subraya la diferencia entre la acción de las cosas y la del tiempo sobre ellas, por ejemplo cómo preserva o corrompe la sal contenida en un recipiente de plomo o de aluminio, más allá de lo esperado o lo previsible. Estas reflexiones espaciotemporales implican también la atención de quien observa, a quienes Bertrand siempre aspira a sacarles de su cómoda postura de meros espectadores. La muestra interrelacionó dibujo, pintura, escultura o vídeo a lo largo de nueve salas.