El IVAM Produce
Marina Núñez
“Un cuerpo extraño” es un trampantojo en el que la fachada del IVAM se rompe violentamente porque una mujer impacta contra ella. Aún más inverosímil resulta que esa mujer no sea dura ni consistente, sino blanda y maleable. De hecho, la fuerza de la colisión hace que su carne se derrame en múltiples salpicaduras que revelan su naturaleza fluida. De modo que la materia rígida resulta finalmente ser mucho más frágil, incapaz de contener la avalancha de carne suave.
El cuerpo de esta mujer es realmente extraño, insólito por su extrema ductilidad excepcional por las formas que adopta, asombroso por su resistencia. Pero en medicina, “un cuerpo extraño” alude a un elemento externo que entra en el cuerpo y que puede dañarlo. En principio es importante extraerlo, aunque a veces se expulsa de forma espontánea.
No sé si la mujer es incómoda para el edificio, que la regurgita. O si alguien ha considerado que ese lugar no le correspondía, y la extirpa arrojándola contra la pared a la manera de una mujer bala. O si es ella la que siente que la rodea un entorno hostil, o simplemente inerte, y se ve impelida a escapar.
Yo tiendo a pensar que lo que vemos es resultado de su propio impulso. Que se ha lanzado a nuestro espacio, el de los espectadores, para conformarse de nuevo, probablemente de algún modo inesperado, o bien para, simplemente, esparcirse en él.