La edición como práctica forense

Con motivo de la presentación de la programación educativa del IVAM para el curso 23-24, y siguiendo la línea de investigación editorial desde las prácticas educativas en arte contemporáneo -que desarrollamos en proyectos como Moguda!-, Gabriela Halac y Lluc Mayol presentan y activan La biblioteca negra. Esta biblioteca se forma a partir de libros, cuerpos, procedentes de lo excedente, sus volúmenes han sido fermentados por otros textos y se resisten a ser leídos. Buscan asilo, techo, y pretenden okupar, infiltrarse, en bibliotecas públicas, privadas o inclasificables. Son libros compostados, cuerpos que invitan a la desescritura para devenir junto al despojo de sus antiguas necesidades y funciones, La biblioteca negra invita a otro leer y otro escribir. Proviene de lugares desconocidos, no por extraños sino por difíciles de determinar.

La biblioteca negra ha emergido gracias a una convocatoria pública de aportaciones, en los que se han buscado libros excedentes, libros que se imprimieron, distribuyeron o vendieron sin posibilidad de ser leídos. Libros que, por alguna razón, sobran. Libros que permanecen cerrados, en una espera infinita, marginados o destinados a su destrucción. Sin importar su tamaño, ni el tipo de papel ni las tintas o manipulados que le dan forma. Solo importa que sean libros que no han sido leídos ni, probablemente, lo serán nunca.

Gabriela Halac y Lluc Mayol presentarán una acción a partir de la presentación de una serie de objetos de referencia del proyecto de La biblioteca negra, a partir de los cuales se visibilice el devenir del proceso de este proyecto de edición expandida, a la vez que se propongan reflexiones sobre las nociones de libro-cuerpo o libro-performance. Finalmente se presentarán algunos de los volúmenes excedentes que forman parte del fondo de La biblioteca negra como cuerpos físicos, prestando atención a los aspectos de vulnerabilidad, fragilidad y potencia que los definen.