El IVAM reivindica la figura del artista valenciano ‘Anzo’
València. El director del Institut Valencià d’Art Modern, José Miguel G. Cortés, la responsable de la Fundación Anzo e hija del artista, Amparo Iranzo, y el comisario y conservador del IVAM, J. Ramon Escrivà, han presentado hoy la exposición Anzo. Aislamiento (1967-1985) con un recorrido por la muestra en la galería 7 del IVAM.
“Esta exposición pone fin a una injusticia histórica sobre Anzo, que ha permanecido demasiado tiempo en el olvido y ahora entra por la puerta grande en el IVAM”, ha explicado José Miguel G. Cortés. Se trata de la primera exposición que dedica el museo al artista valenciano José Iranzo Almonazid ‘Anzo’ (Utiel, 1931-Valencia, 2006) tomando como objeto de estudio la serie Aislamientos, su trabajo más visionario e innovador. “La función del IVAM no es organizar exposiciones blockbusters, sino investigar y poner en valor artistas que han permanecido al margen del discurso oficial”, ha explicado Cortés.
La muestra reúne 80 obras procedentes de diversas instituciones, coleccionistas particulares y de la Fundación Anzo, impulsada y dirigida por Amparo Iranzo, hija del artista, quien ha comentado durante la presentación que espera “que esta muestra sirva para que Anzo tenga, por fin, la visibilidad que se merece”.
El comisario de la exposición, J. Ramón Escrivà, ha explicado que decidió centrarse en la serie Aislamientos a la hora de desarrollar esta exposición por “la vigencia de su discurso en torno a los peligros de la tecnología y la denuncia de un mundo claustrofóbico y alienante; Anzo fue un artista de gran calidad y la vigencia de su mensaje es evidente”. Esta serie de Aislamientos constituye un vasto conjunto de pinturas y grabados en los que Anzo trabajó durante casi veinte años, desde 1967 hasta 1985, un trabajo muy aclamado por la crítica especializada que propició un largo período de presencia de su obra en importantes eventos expositivos como la Bienal de Venecia de 1968.
La primera parte de la muestra aborda las obras iniciales de Anzo de su serie Aislamientos en las que rompe con su etapa anterior y ya anuncia sus temas clave: la soledad humana en un mundo tecnificado y masificado, la problemática de la alienación y la incomunicación del individuo atrapado en el laberinto de las estructuras de dominación. El comisario de la exposición ha destacado el Aislamiento 12, “una pieza fantasmagórica que realizó el artista sobre las Torres Trade, un icono de la arquitectura franquista que Anzo dibuja en 1967 como un espacio de deshumanización”.
La muestra hace un recorrido por las obras que Anzo realizó con motivo de su participación en la Bienal de Venecia de 1968 y las piezas posteriores de los años setenta, más preciosistas y depuradas, en las que evidencia su fascinación por los elementos industriales incorporando a las obras materiales inusuales de la época como fotolitos, aceros pulidos, plásticos, rodamientos y representaciones de circuitos de computadora. “En esta etapa también aborda por primera vez el tema de la oficina como lugar de alienación y control del ser humano”, ha señalado el comisario.
La última parte de la exposición revisa las obras de la serie Aislamientos en las que aparece por primera vez la idea del círculo o el laberinto, “una metáfora del hombre sometido a la maquinaria del sistema de producción y consumo”, según el comisario Ramón Escrivà.
La exposición, que cuenta con el patrocinio de les Corts Valencianes, incluye material inédito procedente del Archivo de la Fundación Anzo, contextualiza la obra del artista a través de una selección de novelas distópicas españolas de la época e incluye la proyección de la película La cabina (1972) de Antonio Mercero. “Se trata de una película desasosegante en la que el protagonista, el actor José Luis López Vázquez, termina atrapado en una cabina como metáfora de un sistema computerizado que aniquila la personalidad y aisla al individuo en espacios estandarizados y opresivos”, ha concluido el comisario de la exposición.