Valerio Adami. Retrospectiva
Las principales características del arte pop desarrollado en diversos contextos y por artistas muy heterogéneos coinciden si acaso en la plasticidad del color y las formas; los referentes de los medios de comunicación de masas y los productos de consumo; y la auto-referencialidad de la historia del arte o de sus imaginarios sociales. Si bien es cierto que estas premisas no son ni excluyentes ni comunes en cualquier ámbito, sirven para delimitar un espacio de análisis. La exposición de carácter retrospectivo de Valerio Adami (Bolonia, 1935) en el Centre Julio González, reunió cuarenta y nueve pinturas de gran formato, siete de sus retratos dedicados a personalidades de la cultura y la sociedad (Joyce, Ghandi, Freud, Leopardi o Boulez, entre otros) y cincuenta y dos dibujos.
Los colores planos y delimitados, la fragmentación de los objetos y el magnífico control de la anatomía y del dibujo, parecen en Adami congregar un mundo clásico que, sin embargo, escapa del clasicismo académico al incluir una mirada política y pegada a su tiempo, una posición también intersticial entre mundos antagónicos y esencialismos excluyentes. Como se ha dicho en ocasiones, Adami procede en sus obras como un ensayista que buscara la referencia concreta, la nota al pie de página exacto, el trazo sutil y certero de una forma que se hace al nombrarla. Por estas razones, su trabajo ha servido de influencia en diferentes ámbitos, sobre todo en la ilustración y la publicidad, pero también en la continuidad del arte pop y en los análisis interpretativos de las imágenes contemporáneas.