Robert Rauschenberg
El escultor Robert Rauschenberg basa su obra en dos principios fundamentales del modernismo: el collage y los ready-made. Con estas palabras, Armin Zweite introduce dos conceptos esenciales que nos ayudan a definir el arte Rauschenberg como heredero de la tradición Dada, de Duchamp y de Schwitters, en el contexto y la hegemonía del arte pop de los años sesenta.
Con motivo de la quinta edición del premio Julio González, el IVAM abre al público una exposición que rinde homenaje a la obra del artista premiado en 2005, Robert Rauschenberg. Veintiocho piezas de su serie Gluts, de 1985, han sido seleccionadas por Susan Davidson y David White, comisarios de la muestra, para revelar al público la esencia del arte de Rauschenberg: situar los objetos de uso común en nuevos contextos.
El artista crea la serie Gluts tras conocer el lado más duro y desalentador de Texas, lugar en el que transcurrió su infancia. La crisis económica motivada por la excesiva producción de petróleo, ampliamente superior a la demanda del mismo, produjo efectos devastadores que Rauschenberg quiso reflejar en estas series. Restos arrugados de señales de tráfico, matrículas de coche, indicadores del precio de la gasolina y otros detritus que Rauschenberg recogió en los depósitos de material de reciclaje conforman estos relieves y esculturas que el propio artista definió como “souvenirs sin nostalgia”. La serie Gluts da la oportunidad al público de mirar todas las cosas en función de sus muchas posibilidades de ser, es decir, de debatir sobre el futuro, de mirar hacia delante.