Juan Antonio Aguirre
La exposición es la primera retrospectiva que se dedica a la obra del pintor, teórico y crítico de arte Juan Antonio Aguirre, y reúne alrededor de sesenta obras que abarcan su trayectoria artística desde 1967 hasta la actualidad. El catálogo editado con motivo de la exposición reproduce la totalidad de las obras expuestas y contiene textos de Fernando Huici, Juan Manuel Bonet, Carlos Franco y Guillermo Pérez Villalta.
Juan Antonio Aguirre (Madrid, 1945) cursó estudios de Filosofía y Psicología en la Universidad Complutense de Madrid. Asistió a clases de pintura con el valenciano José Manaut Viglietti, que había sido discípulo de Sorolla, y acudió de forma libre a la Escuela Central de Artes y Oficios. En 1965 presentó su primera exposición individual en la Galería Amadís con un catálogo prologado por el poeta y crítico Angel Crespo. Poco después sería nombrado director de esta galería, desde donde promocionó a jóvenes artistas. A finales de los años sesenta, antes de acabar su carrera universitaria, comenzó a publicar como crítico de arte en las revistas Gaceta Universitaria y, más tarde, en la prestigiosa revista Artes, dirigida por Isabel Cajide, revista en la que colaboró hasta 1974.
En las galerías Amadís (1967) y Edurne (1968) organizó las exposiciones Nueva Generación en la que reunió un heterogéneo núcleo de artistas entre los que se encontraban Gordillo, Elena Asíns, García Ramos, Barbadillo, Jordi Teixidor, Yturralde, Alexanco, Julio Plaza y el propio Aguirre. Nueva Generación supuso una ruptura con el informalismo, y marcó la aparición del pop en España, así como los movimientos posteriores al pop y la nueva geometría. J. A. Aguirre planteó el grupo como una alternativa a un informalismo que ya estaba consolidado y que estaba en su peor fase: “se había convertido en una pintura de moda totalmente vacía de contenido que en 1967 se consolida en el museo de Cuenca”. En 1967 realizó su segunda exposición individual como pintor en la Galería Edurne; no volverá a exponer hasta 1974. Profesor de la Universidad Autónoma de Madrid en los años 1969 y 1970, publicó, con la ayuda de una beca de la Fundación Juan March, el libro Arte Último, donde resumía lo que fue Nueva Generación. En él estudió la situación de la pintura española del momento y en especial la de los componentes del citado grupo. En su etapa como director de Amadís detectó talentos de artistas como Carlos Alcolea, Carlos Franco, Rafael Pérez Mínguez, Guillermo Pérez Villalta, Mitsuo Miura, Nacho Criado, Santiago Serrano, Soledad Sevilla o Miguel Angel Campano. Vaticinó que la década de los ochenta iba a ser la “década multicolor”, la del “sentido multicolor de la existencia”. En los años setenta retomó su labor pictórica, que compaginó con su trabajo como conservador del Museo Español de Arte Contemporáneo, del que llegó a ser subdirector.
En 1972, Aguirre rodó una película sobre los Encuentros de Pamplona, consistentes en un encuentro internacional de arte interdisciplinar: música, poesía, espectáculos audiovisuales, pintura y sobre todo happenings y actuaciones, Aguirre rodó una película sobre estos encuentros. Conservador interino del Museo Español de Arte Contemporáneo desde 1976, aprobó las oposiciones al cuerpo de conservadores en 1980 y, en 1982, fue nombrado subdirector del MEAC, cargo en el que permaneció hasta 1984, año en el que el museo desaparecería como tal. Poco después abandonó toda actividad museística para dedicarse casi exclusivamente a la pintura.
La pintura de J. A. Aguirre, siempre figurativa, con una intención artística ecléctica, tras un breve periodo inicial en el que practicó una pintura cercana al naïf y series abstractas, evolucionó adoptando la rigidez compositiva neoconstructivista, que pronto configura el que será su estilo característico, dominado por el color y de formas desdibujadas, bajo la influencia de Bonnard, Matisse y Munch. Juan Antonio Aguirre reconoce que cualquier imagen le sirve de excusa para iniciar un cuadro, especialmente si reproduce momentos emocionalmente fuertes. La imagen final poco tiene que ver con la de origen. La importancia del motivo decrece, en beneficio del poder envolvente del color. Sus obras abordan temas como los bodegones que reflejan su atención hacia los objetos más triviales y el plástico, los paisajes interiores, con frecuencia recuerdos de viajes y entornos como Torremolinos, Benidorm o la Sierra de Madrid, y personajes que presentan referencias a situaciones vividas y episodios autobiográficos.