Henri Matisse
Esta exposición comisariada por Martine Soria, pretende dar una visión histórica a través de los tres periodos definidos de la obra escultórica del consagrado pintor Henri Mattisse (1869-1954).
Estudió en la Académie Julian de París y en la Escuela de Bellas Artes de París donde fue alumno del pintor simbolista Moreau. A finales del siglo XIX conoce a Pisarro, a Derain y a Vlaminck, es entonces cuando el color empieza a adquirir una importancia sustancial en su pintura. A partir de su contacto con Gauguin, Van Gogh y Cézanne comienza a madurar su lenguaje artístico. A Matisse tan sólo le afectaron de forma superficial los ejercicios cubistas de Picasso y Braque, madurando en los primeros años del siglo XX su propio estilo de abstracción decorativa y expresiva, tras desarrollar las formas lineales rítmicas de Gauguin y los sintetistas y sus áreas plásticas de color uniforme en un estilo personal de composición expresiva.
Los procedimientos técnicos utilizados en su pintura como los colores no naturales, y las figuras definidas y no modeladas por las superficies adyacentes marcarán también su obra escultórica. Matisse en una vía muy personal desarrolló en escultura algunos temas muy característicos de su propia obra pictórica y de la escultura actual, como la subordinación del detalle a un ritmo dominante, que se aprecia en el arabesco lineal y continuo de Le Serpentine (1909), las deformaciones expresivas de resonancias primitivas o el proceso de simplificación de su monumental serie Nu de Dos (1909-1917). Trabaja de memoria, a través del recuerdo por ello fue muy importante para él trabajar sobre el mismo tema y motivo, así realizó numerosas series como Jeannette I, II, III, IV, V, o Henriette I, II, III, IV.