Gerardo Rueda: El museo imaginario

ExposiciónIVAM Centre Julio González

Gerardo Rueda (Madrid 1926- 1996) pertenece a una de las generaciones de artistas más comprometidas con su tiempo y con el arte, como lo fue la de Fernando Zóbel, Gustavo Torner o Hernández Mompó. De formación autodidacta, abandonó sus estudios de derecho para dedicarse a la pintura. Sus primeras obras, marcadas por la influencia cubista, ya contienen el germen de lo que había de ser toda su producción posterior: el orden y la estructura. En efecto, el objetivo que acompañó toda su trayectoria artística fue el de reducir los contenidos hasta su más pura esencia, prescindiendo de la anécdota o el detalle innecesario, fruto de una necesidad interior de un espacio de silencio y meditación, pero sin llegar a decantarse por la abstracción geométrica.

Si bien la historiografía ha ubicado a Rueda en el ámbito del informalismo, su mirada a lo clásico, entendido no como un interés por la antigüedad, sino como una actitud formal en la que resalta la monumentalidad y las estructuras armónicas, y su uso del color como entidad física, le llevó a ocupar un lugar propio dentro de la Historia del Arte. Representante de España en la XXX Bienal de Venecia (1960) y académico de la Academia de Bellas Artes de San Fernando desde 1995, el peso de Gerardo Rueda no radica solamente en la importancia de su obra, sino también en su contribución, junto a Fernando Zóbel y Gustavo Torner a la creación del Museo de Arte Español Abstracto de Cuenca, punto clave para la difusión de nuevas propuestas estéticas desarrolladas en nuestro país en las décadas de los 50 y 60 y que influyeron notablemente en las posteriores generaciones de artistas. Junto a la faceta artística de Rueda, destaca la de coleccionista, motivada por su gusto por viajar y su avidez por explorar y conocer el mundo que le rodea.

A lo largo de su vida fue reuniendo un maravilloso conjunto de objetos materiales procedentes de diversos lugares y épocas, una relación exhaustiva de los cuales se recoge en estas dos muestras celebradas en el IVAM y en el Museo de la Ciudad.. Entre los objetos que conforman la colección del artista, cabe destacar los ejemplos siguientes: cajas japonesas del periodo Edo (1615- 1868) destinadas a contener cosméticos o dulces; vidrios de los siglos XVIII al XX; cerámica procedente de Talavera, Puente del Arzobispo o Manises de los siglos XVII al XX; porcelana china perteneciente a la dinastía Song (960-1279); arquetas de madera con incrustaciones de hueso y taraceas de los siglos XVII al XIX; objetos egipcios de época dinástica; tinteros con diferente materiales de los siglos XVIII y XX; objetos de tocador en madera de sicomoro realizados en el siglo XIX; marcos y espejos de los siglos XVII y XVIII; grabados de Durero y Rembrandt; esculturas de época romana y del siglo XVI al XVIII; pinturas al óleo sobre cartón y finalmente obras contemporáneas, un conjunto constituido por trabajos de amigos y compañeros del artista como Fernando Zóbel, Gustavo Torner, Carmen Laffón, Luis Feito, etc. fruto del intercambio entre colegas. Todas ellas son piezas representativas del momento artístico español que todos ellos vivieron en torno a 1960 y posteriormente, y que tanta repercusión tuvo a nivel nacional e internacional.