Miquel Navarro
El gabinete secreto de Miquel Navarro
Miquel Navarro (Mislata, 1945) formó parte del grupo de artistas que a finales de los años setenta renovó el lenguaje de la escultura. Sus grandes instalaciones de ciudades hacen referencia al modo en el que estos espacios pueden convertirse en símbolos de poder, son lugares que acogen pero que también participan de la autoridad que domina y controla. Algo similiar sucede con sus tótems monumentales, máquinas antropomorfas, son a la vez deidades protectoras y dioses amenazantes.
Sin embargo, en sus dibujos, esta dimensión supuestamente universal se hace íntima. Sus acuarelas resultan más inmediatas y responden a lo que él mismo ha definido como “el fluir de la vida”.
Muchos de sus dibujos tienen un claro componente erótico que no ha sido lo suficientemente destacado en las exposiciones que se han hecho de su obra. Son obras que hablan del deseo, un deseo que se resuelve, en ocasiones, en placer, pero también un deseo que hiere, que pincha, como se evidencia en los falos y las vulvas cactus que aparecen en algunos de sus dibujos.
Esta exposición quiere construir un gabinete secreto, como los que aún quedan en algunos museos arqueológicos, en los que los dibujos de Miquel Navarro convivan con piezas de arte africano o con obras de arte antiguo, todas con un componente erótico, que ayuden también a contextualizar algunos de sus intereses más directos.