Gabriel Cualladó

Massanassa, España, 1925 - Madrid, España, 2003

Autor

GABRIEL CUALLADÒ CANDEL


Massanasa (Valencia) 1925 - Madrid 2003


Cualladó comienza a hacer fotografías con una cámara Capta a partir del nacimiento de su primer hijo en 1951. No tuvo una formación extensa, ni tampoco específica, ya que debido al contexto de la posguerra, tuvo que trabajar desde muy joven en el campo, hasta que en 1941 se trasladó a Madrid para formar parte de la empresa de transportes de su tío. Se autodefinió como fotógrafo amateur durante casi toda su vida, hasta una fecha indeterminada entre 1998 y 1999 no eliminó del membrete de sus cartas el adjetivo de amateur; incluso después de haber ganado el primer Premio Nacional de Fotografía otorgado por el Ministerio de Cultura en 1994, no eliminó ese calificativo. 


La segunda mitad de los años cincuenta fueron claves en el desarrolló y participación de Cualladó en el contexto fotográfico español, y a su vez, estos años también fueron muy significativo para la fotografía española, que fue acuñada “nueva vanguardia”Josep María Casademont. En 1956, Cualladó entra formar parte de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, y en 1957 de AFAL (Agrupación Fotográfica Almeriense). Comenzaba así a tejer redes con fotógrafos como Ramón Masats, Rubio Camín, Francisco Ontañón, Francisco Gómez y Leonardo Cantero, con los que formó el grupo La Palangana. Y con otros fotógrafos del contexto madrileño, como Gerardo Vielba, Fernando Gordillo o Juan Dolcet, que no formaban parte oficial del grupo, de esa fotografía que tomó Ontañón en 1959 donde aparecían los retratos de los seis integrantes primigenios. 


Su trabajo en el contexto español que se desarrollaba entre asociaciones, agrupaciones o salones fotográficos contrastaba con su visibilidad y reconocimiento en el ámbito internacional. En 1960 ganó el premio Popular Photography con una de sus fotos del reportaje de Boda de Ramón Masats y Montse Santamaría. En 1962 ganó la medalla de oro en el Salón Internacional de Fotografía Sandness (Noruega) con su fotografía Niña de la rosa (1959). Y ese mismo año, 1962, fue uno de los fotógrafos españoles elegidos por el gobierno francés para hacer un reportaje fotográfico sobre París. En 1966 expuso en Interpress-Photo en Moscú y en la muestra World Exhibition of Photography en Colonia. 


Cualladó compaginó su trabajo fotográfico, apoyando a la fotografía como editor, promotor, coleccionista (empezó a coleccionar fotografía en 1979), y también como escritor, dejando huella de su visión en las revistas y boletines de las diferentes décadas, sobre todo en Arte Fotográfico, Afal, Cuadernos de la Fotografía, Boletín de la Real Sociedad Fotográfica de Madrid, etc. 


Su fotografía tiene un enfoque antropológico, Cualladó se centraba no solo en la persona retratada, sino en el contexto en el que se ubicaba: «Trato de conseguir el reflejo de la personalidad del retratado. […] Aun siendo un profesional de solvencia técnica, salen pocos retratos auténticos. Antes hablábamos de La gitanilla (Sama de Langreo, Asturias, 1978), que para mí es un retrato conseguido, a pesar de estar rodeada por ese ambiente. Podemos decir lo mismo del Camarero en la boda de Penella (Madrid, 1966). En ambos casos, todo el entorno de la figura se incorpora al secreto del retrato”. [.


Durante su trayectoria se mezcló la producción de reportajes sobre temas o lugares que frecuentaba como los titulados la Real Sociedad Fotográfica, El Rastro, Cervecería Alemana o las fotografías tomadas durante las vacaciones en Asturias. A estos se sumaron los encargos, además del realizado sobre París, en los años ochenta y noventa, se sucedieron numerosos encargos institucionales en España como fruto de la institucionalización del arte. Así se crearon trabajos como L’Albufera. Visió tangencial (1985), Els paisatges de Joanot Martorell. Gandia i la Safor (1990), Una aproximación visual a la guitarra (1994-1995), Imagina (1991), ARCO-94 (1994) o Puntos de vista (1995). 


Siempre trabajó en blanco y negro, lo que le permitía realizar él mismo el revelado, a excepción de las polaroid tomadas a partir de los años noventa. Cualladó no consideraba las fotografías polaroid parte de su obra. Para él tenían otro status diferente al de sus fotografías en blanco y negro. Eran un recurso para ensayar con el color, ya que le permitía el control del revelado sin necesidad de un proceso de laboratorio en color que él no podía realizar


Además de ser galardonado con el Premio Nacional de Fotografía (1994), en 1992 obtuvo el premio ICI de fotografía Europea organizado por el National Media Museum (Inglaterra). En 1998 fue galardonado con la Medalla de Oro del Círculo de Bellas Arte, y en 2002, la Diputació de Valencia le concedío el Premio Alfons. 


Bibliografía


Garde Harce, Antonio: «Entrevista a Gabriel Cualladó». Nueva Revista, 29-XI-1997. https://www.nuevarevista.net/entrevista-gabriel-cuallado/


Sandra Moros, conservadora del IVAM.