Sin título # 91

Cindy Sherman

Obra

Cindy Sherman

Untitled no. 91, de la serie Centerfolds, 1981

(Sin título nº. 91, de la serie Páginas centrales)

El arte contemporáneo ha desarrollado con frecuencia una metodología de trabajo basada en la repetición. El concepto de serie ha formalizado las ideas más abstractas o radicales hasta convertirlas en una marca reconocible que tanto genera una familiaridad en el público como fortalece su vinculación con el mercado del arte. La idea, en tanto que fracción repetitiva, no se exhibe como copia, sino como complejidad: la necesidad de contar desde muchos puntos de vista y con variados matices una misma historia. Si la novela se organiza por capítulos, la poesía reitera las figuras retóricas o el teatro necesita las acotaciones, el arte contemporáneo se sustenta en la fabricación de series que concentren y expandan, al mismo tiempo, la noción de obra artística.

Cindy Sherman (Glen Ridge, NJ, Estados Unidos, 1954) lleva realizando fotografías desde finales de los años setenta del siglo xx en las que su cuerpo aparece interpretando roles diversos. En su mítica serie Untitled Film Still (Fotograma de película sin título, 1977-1980) la artista se fotografiaba en lugares y situaciones relacionados con las películas de cine clásico de los años cuarenta y cincuenta, donde la figura femenina era el centro de la mirada masculina, heterosexual y patriarcal. Estas imágenes cuestionaban, con el simple gesto de la descontextualización, toda una historia parcial del cine, que es como decir una historia universal del comportamiento. En la serie siguiente, titulada Rear Screen Projections (Proyecciones con pantalla de fondo, 1980-1981) y la primera realizada en color, la autora de nuevo juega a interpretar papeles diversos, en este caso con el fondo construido de una retroproyección. La relación con el lenguaje cinematográfico se asienta sobre las bases mismas de la generación de realidad a partir de una ficción constatable. Las escenas que aparecen como fondo ayudan a crear un contexto para el primer término –la postura y el rol de Sherman–, pero sobre todo permiten marcar unos límites precisos entre representación y construcción de realidad.

Con la serie Centerfolds (1981) Cindy Sherman se inventa ella sola la década de los noventa, anticipando lo que después devendrá moneda común. Los 12 “pósteres centrales” de esta serie fueron creados para la revista Artforum como resultado de la invitación de la entonces editora Ingrid Sischy para ser mostrados cada uno de ellos a doble página. El formato cuadrado de la publicación genera la escala 2:1 al emplear la doble página, consiguiendo una apariencia, aunque no exacta, de pantalla de cine. Esta serie finalmente no se publicó en Artforum, pero inició un punto de inflexión en el trabajo de la artista estadounidense, al tiempo que indicaba pistas seguras sobre cómo el giro fotográfico iba a resultar determinante dentro el arte contemporáneo. En primer lugar, estas imágenes se ampliaron a un tamaño inusual en 1981 para las fotografías, incluso para las de color. La proporción de 2 x 4 pies (60 x 120 cm aprox.) hacía aparecer el cuerpo fragmentado de la artista casi a tamaño natural, generando una complicidad estrecha con el público y, es de suponer, una reacción igualmente inmediata. La artista nunca mira a cámara, algo que sí suelen hacer los modelos en los ámbitos publicitario o erótico. Esa interpretación de un papel, más allá de la mirada de quien observa, conecta estas imágenes con el cine, donde mirar a cámara es una acción reservada al error o a la experimentación contenida.

La fotografía Untitled no. 91 muestra a la artista tumbada en el suelo, boca arriba, portando una peluca castaña oscura y con la mirada perdida hacia lo que se intuye como una ventana de la estancia. El brazo derecho descansa por encima y al lado de su cabeza, mientras la mano izquierda, sobre su pecho, parece jugar con las puntas de su cabello o con el cuello de la camiseta, de manga ¾ y manifiestamente sucia. En la parte superior derecha, entre el cuerpo de la mujer y el suelo de tarima antiguo y con restos de pintura, hay una toalla o quizás un albornoz rosáceo, y en la superior izquierda una toalla cubre sus pies. Una falda corta deja ver parte de sus muslos y piernas. La perfecta construcción del plano es otra de las características de Sherman, demostrada en cualquiera de estas series o en las muchas otras que ha realizado después, donde aspectos como la sexualidad, la fragmentación, el yo y lo abyecto han conformado uno de los trabajos artísticos más sobresalientes del último medio siglo.

Bibliografía

Cindy Sherman, Museum Boijmans Van Beuningen, Róterdam, 1996.

Cindy Sherman: Retrospective, Thames and Hudson, Nueva York / Londres, 1997.

Cindy Sherman: Centerfolds, powerHouse Books, Nueva York, 2002.

Á. de los Ángeles, 50 Obras maestras 1950-2000, IVAM, València, 2020, p.96.