El trabajo en una buena prosa tiene tres peldaños: uno musical, en el que es compuesta; otro arquitectónico, en el que es construida; finalmente, uno textil, en el que es tejida.
Walter Benjamin, Calle de dirección única, 1928.
En el trabajo de Teresa Lanceta pesa una forma determinada de escribir. No me refiero sólo a sus textos, sus maravillosos textos, no. En el propio hacer, en el propio tejido hay una tensión importante entre acontecimiento y texto que merece la pena advertir. Lo que vamos a hacer, porque está Pedro G. Romero, leyendo, pero, sobre todo, están las bailaoras Ana Morales, Fuensanta La Moneta y Javiera de la Fuente, es ese subrayado, digamos, que se vea lo que de escritura hay en los tejidos, telas y textiles de Lanceta. Cuando pienso en -siguiendo la cita de Walter Benjamin- como el trabajo de Lanceta suma música, arquitectura y textil, pienso en coreografías, en un cuerpo o en unos cuerpos anudando gestos, políticas y ámbitos. Teresa Lanceta soñó que su trabajo lo explicaría muy bien Antonia Mercé La Argentina ilustrando la Filosofía de la danza de Paul Valéry y en el rastro de su sueño estamos trabajando.
