Conversaciones de artistas
Toño Barreiro y Sergio Barrera
Iniciamos una serie de conversaciones entre artistas destinadas a relacionar trabajos y proyectos que guardan similitud entre sí –o que plantean diferencias- con el propósito de poner sobre la mesa conceptos clave que ayuden a entender la práctica artística contemporánea. La intención es poder dialogar, repensar, imaginar o contraponer ideas. Para que éstas, y su concreción en formas artísticas diversas, vuelvan a ser elemento consustancial del debate sobre la cultura y el arte contemporáneos. Y para que sean los artistas quienes las expongan.
Conversación entre los artistas Toño Barreiro y Sergio Barrera.
Toño Barreiro (Zamora, 1965) viene desarrollando, desde mediados de la década de los ochenta, un trabajo multidisciplinar que alterna la fotografía, la pintura, la escultura y los procesos digitales. El cuestionamiento de los límites del medio pictórico, a través del juego con elementos escultóricos, la ruptura del marco tradicional de la pintura y las técnicas digitales, es una constante en el trabajo. En su trabajo se pueden observar toda una serie de nuevas metodologías y procesos creativos que dan lugar a pinturas sinuosas y sinestésicas, jugando con el concepto de la deconstrucción, lo simbiótico, o los procesos biológicos más elementales.
Sergio Barrera (Valencia, 1967). “Pintar es una manera de aprender de los descubrimientos de otros, tal y como dice la Ciencia. Algo que desde la perspectiva de la tradición y sus formas de transmisión resulta más que evidente, como es natural. En este sentido y frente a la duda levantada relativa a las ideas de autor y autoría, manejo la opción -aunque sea sólo como juego y deriva dadaísta y conceptual, si se prefiere- de realizar unas pinturas que, a pesar de mi presencia en la práctica, se desligaran de lo personal. Que el pintar y lo pintado no sean muestra de la idea de propiedad sobre lo hecho, sino, en todo caso, la de la posibilidad, en el sentido de apertura. Cabe destacar, que esta reflexión es producto de la observación sobre una serie de gestos pictóricos que se repiten, a modo de constante, tanto en las pinturas que yo mismo hacía como en otras muchas. Gestos, en un sentido amplio, en cuya aparición casi pueden apreciarse las mismas frecuencias e intensidades.” (Extraído de la nota de prensa de la exposición REGISTRO A ESCENA, superposición y entrelazamiento. Galería SET)