Bran van Velde

Retrospectiva

ExposiciónIVAM Centre Julio González

La retrospectiva que el IVAM dedicó a Bram van Velde (Zoeterwoude, Países Bajos, 1895 – Grimaud, Francia, 1981) mostraba ochenta y ocho óleos y gouaches que evidenciaban su aportación fundamental como vínculo entre la Escuela de París y el expresionismo abstracto americano. En los «paisajes-autorretratos» de sus inicios, parece clara su unión al expresionismo de Munch. Ya en París, durante los años veinte y siguiendo el camino abierto por Matisse y la confrontación con el mundo mediterráneo, se liberó poco a poco de las estructuras de composición picassianas.

Al hacer esto, coincide con los planteamientos de los artistas estadounidenses de postguerra. Para él, cada cuadro era un autorretrato y, con su producción lenta (apenas diez o doce cuadros por año) pero firme, eliminó los límites entre abstracción y figuración. Al observar sus pinturas, estas categorías no solo parecen baldías en términos concretos, sino, de manera general, en cualquier artista que busque desde dentro un entendimiento de aquellas cosas que ocurren fuera y nos afectan. Sus obras parecen mostrar las capas más superficiales de pintura como si fueran una parte visible del total, dejando ocultos sucesos previos o acontecimientos olvidados. La pintura es, en este punto, edición y sutura; síntesis y proyección. Esta muestra llegó al IVAM tras iniciar su recorrido en el Bonnefantenmuseum (Maastrich), pasar por el Centre Georges Pompidou (París) y justo antes de recalar finalmente en el Museo Nacional Centro de Arte Reina Sofía.