Hamish Fulton
Al igual que otros artistas que han empleado la experiencia vital como obra artística, Hamish Fulton (Londres, 1946) convirtió sus viajes y caminatas, sus recorridos por la Naturaleza y sus hallazgos, en el principal motor de su trabajo. Para él, lo único que deberíamos llevarnos del paisaje son las fotografías que tomemos en nuestro paso; y lo único que debiéramos dejar en él son nuestras huellas. A finales de los años sesenta, la escultura desarrollada en el Reino Unido fue desligándose del objeto en sí mismo y de los dogmas estéticos vigentes. Una nueva tendencia escultórica fue introduciendo, además de los objetos, fotografía, texto, performances o instalaciones. Esta tendencia del arte conceptual se diferencia del Land Art precisamente en su intención de no transformación del medio natural, en su negativa a convertir el espacio artístico en un sucedáneo de la Naturaleza. En su práctica hay, por lo tanto, un respeto por el medio ambiente que promueve el decrecimiento del impacto humano en el ámbito natural.
Asimismo, Hamish Fulton es un gran registrador de sus acciones. Los textos a pequeña escala en formatos portátiles; sus esculturas desmontables que imitan el perfil de una cordillera o de una montaña; los murales de grandes dimensiones que explican la acción y conjugan los colores como una experiencia natural… son materiales que acompañan su producción fotográfica que, con toda seguridad, es la parte más reconocible de su práctica artística. Antes de considerarse escultor, fotógrafo o poeta, Fulton se reivindica como caminante, que es como decir que se considera hombre antes que artista.
La exposición convierte las salas del Centre del Carme en una prolongación conceptual del paisaje, e incluye dibujos, textos, murales y fotografías. Con motivo de esta gran muestra, se ha editado un libro en colaboración con Electa-España ideado por el artista para la Colecció del Carme.