Carmen Calvo
Carmen Calvo es una de las artistas españolas con mayor prestigio y proyección internacional. Nacida en Valencia en 1950, Carmen Calvo formó parte de la generación de artistas que en los años 70 del siglo XX protagonizaría una auténtica revisión de los presupuestos estéticos heredados del Informalismo y la denominada Crónica de la Realidad del franquismo tardío. Con esta nueva generación de jóvenes irrumpía con fuerza una nueva manera de entender la práctica artística en la que se insistía en la necesidad de recuperar el yo subjetivo y el desarrollo de un arte en el que la investigación plástica, las vivencias íntimas y el espíritu lúdico (incluso el humorístico) se convirtieran en el motor de la creación.
Frente a los ataques del arte conceptual a la pintura, Carmen Calvo hizo una apuesta por mantener críticamente los parámetros creativos de la misma pero transformándolos de tal manera que ha convertido su obra desde entonces en una propuesta original y abierta a la fusión de lenguajes como el dibujo, la instalación, la escultura o la fotografía. En una obra claramente influenciada por el surrealismo, la pasión por una especie de arqueología del resto sobresale en toda su obra desde sus orígenes a la actualidad.
El trasvase de la metodología de esta disciplina al territorio del arte la conducen a una meditación continuada sobre el concepto de caducidad de la vida y del propio arte pero, sobretodo, a una lucha por reconstruir – a través de objetos dispares de rastrillo entre los que se encuentran fotografías de anónimos álbumes familiares- la memoria de un universo cotidiano perdido con el devenir del tiempo. Esta labor de reconstrucción requiere en su obra un paciente proceso de recopilación de material y de asociación y estructuración de fragmentos encontrados, es decir, un auténtico proceso de articulación arbitraria e imaginativa de signos que desemboca finalmente en la creación de una imagen con un alto poder de evocación.
Esta exposición es la segunda que el IVAM dedica a esta artista después de la realizada en el Centre del Carme en 1990. La presente muestra revisa los últimos quince años de su trabajo y reúne más de ciento cincuenta obras entre instalaciones, dibujos, objetos, pinturas y fotografías de grandes formatos. Esta exposición se estructura a partir de algunos de los ejes conceptuales que vienen definiendo una investigación plástica derivada de complejas vivencias personales: el taller, la memoria, la infancia, la mirada.