Ana Peters
La exposición retrospectiva de Ana Peters que se presenta en el IVAM reúne una selección de 76 pinturas y dibujos que abarcan todas sus series y periodos artísticos de los últimos 25 años.
Peters elabora y altera el lienzo, trabajando en él y sobre él, hasta el punto que es posible sentir el tiempo de espera y reflexión, decisiones minuciosamente matizadas; razones que influyen en que la estructura inicial del soporte no cambia, aunque las cualidades materiales de superficie y saturación de color y quizás incluso el tono, que a veces parece sobrecargado, sufren la alteración del tiempo.
El catálogo editado con motivo de la exposición se ilustra con reproducciones de las obras expuestas y contiene textos de Barbara Rose y Consuelo Císcar.
La pintora Ana Peters nació en Bremen (Alemania) en 1932. Desde sus años de estudiante, mantuvo una estrecha relación con los círculos locales de artistas de vanguardia. Participó en diversas exposiciones colectivas y formó parte de la sección de Estampa Popular en Valencia. El 1964 se casó con el crítico de arte Tomàs Llorens. En 1966 celebró una exposición de pinturas titulada “Imágenes de la mujer en la sociedad de consumo” en la galería Edurne de Madrid, cuyo contenido estaba muy próximo a los postulados del arte social de los 60.
Su lenguaje plástico estaba muy cercano a los empleados por los mass media, que se expresa mediante la técnica del anuncio periodístico, la viñeta, el cartel y la fotografía de prensa. Asimiladas por el arte, las imágenes que se ven con indiferencia, con costumbre cotidiana, en los instrumentos de difusión, producen una saludable reacción crítica que lleva a rechazar tales instrumentos cuando son manejados con propósito de interferir la libertad humana.
A partir de entonces abandonó la actividad artística para dedicarse por entero a su familia. En 1973 se instaló con su marido y tres hijos en Portsmouth (Inglaterra). Al regresar a España, en 1985, se estableció en Denia (Alicante). Tras su regreso reanudó la actividad pictórica con la preocupación puesta en desarrollar un estilo “limpio y sencillo” en el contexto de la nueva abstracción lírica promulgada por el movimiento posmoderno en los 80. En 1993 celebró la exposición Denia 1992-93, en la galería Punto de Valencia, que reunió medio centenar de pinturas y dibujos. Sus cuadros, enmarcados dentro de la nueva abstracción lírica, recogían todas las experiencias artísticas y vivenciales de su creadora a lo largo de casi 20 años de silencio creador.