Conversación entre Joan Fontcuberta y Jorge Luis Marzo, comisario de la exposición “Fake. No es verdad, no es mentira”
Conversación entre el artista Joan Fontcuberta y Jorge Luis Marzo, comisario de la exposición “Fake. No es verdad, no es mentira”.
La máxima picassiana de que el arte es una mentira que cuenta la verdad sigue siendo hoy válida. En un mundo dominado por simulacros, por discursos y relatos “fabricados” para ser verdad, y por una imagen cuya principal condición es formar parte de la ventriloquía disimulada de alguien, cada vez surgen más prácticas desde el ámbito de la creación que se aprestan a disfrazarse, a camuflarse de otra cosa para revelar los actuales regímenes de veracidad. Es lo propio en una guerra de las imágenes. Si la estética clásica se sustentaba en los pilares de la bondad, la belleza y la verdad, las prácticas disruptivas de lo verídico no dejan de formular las mismas cuestiones pero allí precisamente donde nadie las espera, cuando estamos plenamente confiados, en un espacio dominado por la cómoda idea del “relato”, al supuesto abrigo de fraudes e imposturas.
La exposición Fake. No es verdad, no es mentira repasa algunos de los camuflajes, infiltraciones y sabotajes emprendidos por artistas en todo el mundo desde que Orson Welles hiciera creíble un ataque marciano para poner en evidencia el poder manipulador de los medios en una sociedad cada vez más constreñida a ciertos formatos de veracidad