Caligrafía china moderna

Obras de Gu Gan y Pu Lieping

Exposición

En un primer contacto, las obras de Pu Lieping realizadas con tinta aguada podrían parecer una simple combinación de conceptos del arte abstracto occidental y la pintura tradicional oriental de tinta china, provocando la impresión en el espectador de estar ante una obra de arte abstracto con un asombroso contraste ente líneas y colores. Sin embargo se trata de un nuevo y audaz género artístico que integra la caligrafía tradicional y moderna, rastreando la historia milenaria de la caligrafía china y reimplantando la caligrafía japonesa moderna en China, su lugar de nacimiento. Comparada con el arte tradicional, la caligrafía china de tinta aguada ha dejado de ser la reproducción de las líneas estructurales de los caracteres sobre seda blanca. Del mismo modo, si se compara con otras formas de arte gráfico abstracto, tampoco se trata de una amalgama impulsiva de colores irracionales y lenguajes estructurados. Su esencia reside en la enérgica colisión de la lógica procedente de la integración de colores y líneas, autonomía y despojamiento, de la fuerza de la pasión estética y el componente racional de los símbolos caligráficos chinos y su expresión más perfecta. El propio artista se desafía sistemáticamente a sí mismo hasta conseguir crear métodos innovadores y alcanzar la otra orilla del ideal con una armoniosa mezcla de racionalidad y disposición. Las series Fengzhi y Mensaje del Viento por ejemplo, suponen un avance significativo puesto que buscan inspiración en la naturaleza, al ser insuficiente la creación desde el conocimiento y el pensamiento racional. Todas las imágenes del viento, las nubes y el agua en la naturaleza se convierten en elegantes y suaves pinceladas correspondientes a los símbolos del lenguaje escrito chino, que fluyen y flotan libremente. En el caso de Gu Gan encontramos que una gran parte de sus obras de caligrafía moderna muestran la reflexión de un espíritu cultural bastante profundo, aunque conciso, a través de cuidadas imágenes con un alto nivel de abstracción. En otras palabras, para que las ideas culturales de su espíritu estén a la altura de su valor en la demostración, la caligrafía moderna de Gu Gan interpreta y enriquece el pensamiento  cultural de su país. De este modo, la apreciación de su caligrafía moderna da prioridad a la reformulación de los códigos culturales. El calificativo “moderno” dentro del concepto de “caligrafía moderna” debe entenderse cronológica y culturalmente. Como concepto temporal, la “caligrafía moderna” tiene la propiedad de extender las formas en el tiempo e ir variando a través de la innovación. Como concepto cultural, se trata de la restauración de un lenguaje caligráfico ontológico en virtud de la deconstrucción y reconstrucción de la forma visual de la caligrafía con una determinación  cultural. Los casi diecisiete años de desarrollo de la caligrafía moderna han visto como muchos de los artistas en activo la han tomado como su principal técnica de expresión, entre los que se encuentra Gu Gan, que se ha convertido, sin duda alguna, en una de las figuras más destacables en el prolongado movimiento de arte moderno en China, que comenzó en 1985 y que se ha ido consolidando en el contexto nacional. Se puede afirmar que los trabajos de caligrafía moderna de Gu Gan representan un lenguaje sinestésico que trasciende las barreras culturales. A pesar de que siempre recurre a la caligrafía china para expresar emociones y significados, es capaz de visualizar el mundo a través de una visión moderna, así como responder a las pulsaciones culturales que se producen continuamente en nuestra época con una mentalidad abierta, ya que siempre sitúa la actividad creativa en el ecosistema de la cultura moderna. Desde su actitud hacia la vida hasta su sentimiento por el arte, todo manifiesta que este autor había nacido de las raíces armoniosas y tranquilas de la cultura china, pero como un artista moderno de la aldea global, entregado con gran entusiasmo al arte moderno. Además de la fuerza con la que atraen sus propuestas estéticas, la sinestesia creada por la belleza formal de sus obras permite al público cambiar su idea sobre el placer estético, una sublimación del acercamiento filosófico lograda por medio de la apreciación artística.