Frank Lloyd Wright
La ciudad viviente
La exposición sobre el arquitecto norteamericano Frank Lloyd Wright (Richland Center, Wisconsin, 1867 – Phoenix, Arizona, 1959) es la primera retrospectiva presentada en Europa desde el fallecimiento, hace cuarenta años, de este creador visionario que insertó la arquitectura en el ámbito de la modernidad. La muestra ha sido producida por el Vitra Design Museum de Weil am Rheim, Alemania, con la colaboración de Exhibitions International de Nueva York y The Frank Lloyd Wright Foundation de Scottsdale (Arizona). Con motivo de la exposición, se ha editado un catálogo ilustrado con reproducciones de las obras expuestas en el que se publican textos de expertos en su obra, como Jean-Louis Cohen, J. Michael Desmond y David G. De Long.
La exposición Frank Lloyd Wright. La ciudad viviente muestra la visión de este arquitecto norteamericano respecto de un renacimiento de América, de la planificación de un espacio vital para el futuro, que él mismo bautizó como Broadacre City. Este magnífico proyecto prosigue la tradición de ideas utópicas sobre un mundo mejor que se desarrollaron a partir del siglo xviii. En Broadacre City, Wright aplicó sus ideas sobre la arquitectura orgánica que englobaban el diseño y la planificación urbanística de toda una ciudad integrada en el entorno natural. Su planteamiento presenta una visión utópica en la que se percibe la influencia del humanismo y un sentido visionario de la arquitectura y el urbanismo capaz de activar una reordenación social y de profundizar la democratización de la sociedad a partir del redescubrimiento y la interrerelación entre naturaleza y sociedad urbana, en un intento de superar la contradicción entre estos dos espacios. Dividió la tierra en parcelas cuadradas, siguiendo una tradición americana, manzanas que deberían ser pobladas de modo uniforme y serían gobernadas únicamente por autoridades locales, coordinadas por un gobierno nacional. Granjas y fábricas, casas y espacios de trabajo podrían coexistir en armonía y el caótico desorden de las ciudades tradicionales desaparecería gracias al desarrollo de los medios de transporte y de las comunicaciones que permitirían la inserción y distribución de los espacios urbanos en el medio natural. Gran parte de los edificios realizados por Wright fueron incluidos en el proyecto Broadacre City, que se presenta reproducido en un gran maqueta, construida especialmente para la exposición y eje central de la misma.
A través de un amplio despliegue de materiales como planos, dibujos, fotografías, maquetas, libros, muebles y objetos decorativos, la exposición permite reconstruir la trayectoria y las aportaciones fundamentales a la arquitectura moderna formuladas por Wright, representadas entre otros edificios característicos de su producción por la Millard House en Pasadena, California, la Kaufmann House o Fallingwater en Bear Run (Pennsylvania), el Johnson Wax Company Administration Building en Racine (Wisconsin), la First Unitarian Church en Madison (Wisconsin), el rascacielos Price Tower de Bartlesville (Oklahoma, 1953), el Larkin Building de Buffalo (Nueva York), la Frederick C. Robie House en Chicago y el edificio helicoidal para el Solomon R. Guggenheim Museum en Nueva York, junto a un centenar de otros proyectos entre los que se incluyen también aquellos que no llegaron a realizarse.
Estos proyectos se agrupan a partir de las funciones para las que fueron concebidos: “edificios para el trabajo”, en los que se replantean los espacios donde se desarrolla el trabajo moderno; “edificios para el comercio”, entre los que se incluyen tiendas, bancos, estaciones de servicio, garajes y mercados al aire libre; “edificios conmemorativos y de culto”, diseñados como espacios de congregación y fuentes de espiritualidad para la comunidad; “edificios para la enseñanza”, escuelas y universidades abiertas a la naturaleza con espacios que permitieran el desarrollo de la creatividad; “edificios para las artes”, entre los que se encuentran teatros, museos y construcciones polivalentes que permiten la celebración de distintas manifestaciones artísticas; “edificios para el ocio”, planeados para aprovechar las ventajas que ofrecía el entorno natural; “edificios para la comunidad”, donde se concentran los servicios cívicos necesarios para el autogobierno local de las poblaciones; “edificios de viviendas individuales”, en los que procuró armonizar el diseño y los materiales con el entorno en el que estaban situados y “edificios de viviendas colectivas”, entre los que están representados algunos de los bloques de apartamentos que Wright situaba preferentemente en espacios abiertos al paisaje y hoteles para alojamientos temporales.