Darryl Pottorf
Experimentos en consecuencia
El IVAM presenta una muestra del artista estadounidense Darryl Pottorf, que emplea innovadoras técnicas entre la pintura, el dibujo y la fotografía para crear unas composiciones en las que se mezcla una imaginería histórica, arquitectónica y cultural que recoge en sus viajes por el mundo. La exposición reúne 55 obras pertenecientes en su mayoría a la serie de 2007 Experiments in Consequence, que contiene imágenes de la ciudad de Valencia.
Darryl Pottorf nació en Cincinnati (Ohio, EEUU) en 1952. En 1978, en Florida, encontró ocupación con un grupo llamado Theatre Associates, en el Arcade Theater de Fort Myers. Su primer encargo fue la producción escenográfica para Lady in the Dark, musical de Kurt Weill. Impresionados con su trabajo, el teatro lo contrató como escenógrafo. En 1980 realizó un curso de grabado y estampación en el Edison Community College. Uno de sus profesores, Bob Petersen, había sido ayudante de Robert Rauschenberg durante diez años. En esa época, Rauschenberg estaba trabajando en una edición de litografías con el escritor William Burroughs, American Pewter with Burroughs, en el estudio del Edison Community College. Petersen pidió a Pottorf que les ayudara. De entonces data el inicio del intercambio de ideas entre Darryl y Rauschenberg, una colaboración que duraría años. Al hablar de la influencia de Rauschenberg, Pottorf dice: “Rauschenberg abre las ventanas del mundo… la amistad, los viajes, la experiencia enriquecieron mi arte y mi vida. A lo largo de los años, hemos tenido un gran intercambio de ideas. Me sentí agradecido de tener el mismo intercambio que algunos de los artistas de más talento como Jasper Johns, Cy Twombly, Brice Marden y Dorthea Rockburn.”
En un primer momento, Pottorf realizó grandísimas composiciones en las que introdujo el color y el collage de distintos materiales y a las que llamó simplemente Constructions (Construcciones). En 1982 celebró su primera exposición, Pottorf and Vitkosky. New Paintings and Drawings, en una cooperativa de artistas, en un estudio alquilado encima de una antigua panadería, la Mason’s Bakery, en Fort Myers. Durante los ochenta, Rauschenberg dirigió una organización para compartir el mundo del arte contemporáneo con artistas y artesanos de países “en vías de desarrollo” o totalitarios con la esperanza de que la comunicación entre artistas contribuyese a la paz mundial. Como ayudante de Rauschenberg en este proyecto conocido por ROCI (Rauschenberg Overseas Culture Interchange), Darryl viajó incansablemente, capturando imágenes con su cámara, explorando nuevos medios y enriqueciendo su acervo cultural al entrar en contacto con otras sociedades.
En 1995 inició su propia trayectoria personal, aunque siempre vinculado a Rauschenberg como director de Untitled Press y de la Rauschenberg Foundation. En esta época desarrolló su serie Eclipse, compuesta por obras minimalistas realizadas con esmalte marino, la “pintura de barcos” que resplandecía sobre superficies de metal. Más tarde, Pottorf probó con fotografías en blanco y negro, que empezó a imprimir y a trasladar sobre Lexan, un plástico grueso y transparente similar al plexiglás, al que previamente y por su parte trasera aplicaba aluminio enriquecido con grandes áreas pintadas de un acrílico blanco perlado con el objetivo de crear un contraste dramático con las imagines negras transferidas. Con este proceso ganaba la ambigüedad que tanto deseaba y buscaba, pero resultó tan tóxico que se vio obligado a abandonar la realización de esas pinturas monumentales del tamaño de un telón teatral y encaminó su investigación por otro derrotero. Así empezó a experimentar con tintes vegetales y transferir sus fotografías y láminas de color a papel, con agua. La serie que surgió fue Sirens (Sirenas) de 1998, bautizada tras una de las famosas escalas del mítico viaje de Odiseo. La imagen más significativa de Sirens era una majestuosa columna que había fotografiado en las ruinas de Éfeso en Turquía.
Dos años después, empezó la serie que llamó Foresights (Previsiones), obras formadas por cuatro paneles de madera en distintas formas, a los que añadía piezas impresas que juntaba a modo de grandes puzzles. El gran avance fue un agujero en el centro, una pequeña ventana cuadrada, por el que el espectador podía mirar hacia el futuro. Asimismo realizó una serie en colaboración con Rauschenberg, Quattro mani. Las pinturas son una mezcla de las fotografías de colores vivos de Rauschenberg y las atrevidas imágenes sobre Lexan de Pottorf, realizadas en Venecia.
Siguiendo el concepto del movimiento, de la tendencia, del desplazamiento hacia delante, Pottorf ha desarrollado últimamente una serie denominada Experiments in Consequence (Experimentos en consecuencia) que hace referencia a la pretensión del artista de crear una secuencia de obras relacionadas y de concebirlas como un único trabajo basándose en el concepto de movimiento que Étienne-Jules Marey captó en sus fotografías, fotografías que influenciaron tanto a Duchamp como a los futuristas. La idea de que cada acción da lugar a una serie de actos subsecuentes le atrajo porque le recordaba a su propia e incesante actividad y al hecho de que las acciones siempre tienen consecuencias. Pottorf utiliza sus experiencias diarias en su obra. Recientemente estuvo en España, primero en Valencia y luego en Madrid, y estas ciudades se incorporaron a su vocabulario de signos que forman parte de esta serie que ha dado titulo a su exposición en el IVAM.