Leandre Cristòfol
Obras 1933-1980
La exposición retrospectiva dedicada a Leandre Cristòfol (Os de Balaguer, 1908 – Lleida, 1998) reunía un gran número de esculturas desarrolladas a lo largo de cinco décadas. Las primeras, realizadas en los años treinta, estaban influidas por obras de Marcel Duchamp, Francis Picabia o Alexander Calder, artistas que Cristòfol conocía a través de su amigo, el poeta y pintor Josep Viola. Como persona inquieta, artista experimental y carpintero de profesión, sus esculturas mezclan objetos domésticos con formas más elaboradas o con objetos encontrados que, en sus composiciones, adquieren otro rol y alcanzan otras interpretaciones, más profundas y cuestionadoras. Participó en la exposición Lógicofobista de Barcelona (1936) y expuso en la Muestras Internacionales del Surrealismo en Tokio (1937) y París (1938)
Como ocurrió con otras muchas personas, la guerra civil española supone una ruptura total con todo lo conocido y con su trabajo artístico. Tras pasar por campos de concentración en Francia y Marruecos, regresa a Barcelona. Aquí residirá entre 1941 y 1946, sin conseguir, no obstante, encajar en el nuevo sistema artístico y cultural. Se traslada entonces a Lleida y allí reside y trabaja hasta su muerte, un amplio periodo solo interrumpido por un lapso de seis meses, en 1953, en el que viajó por Italia y Francia gracias a una beca del Instituto Francés de Barcelona. A partir de 1957 se centra en la escultura abstracta, continuando su línea investigadora y realizando las series Ralentis (1957), Planimetries (1958), Situacions i ordenacions (1961-1963), Trajectes (1963) y Ritmes, con la que se extiende hasta los años setenta. Entre estas series se encuentran obras que continúan las búsquedas de sus primeros trabajos y sientan las bases de la escultura surrealista y la poesía visual y objetual catalana. Esta muestra se organizó en colaboración con el Ajuntament de Barcelona y la Fundació Miró.