Carmen Calvo

Obras 1973-1990

ExposiciónIVAM Centre Julio González

La primera gran exposición de Carmen Calvo (València, 1950) en el IVAM, realizada esta en el Centre del Carme, planteaba una serie de cuestiones en su obra que, vistas en perspectiva, han resultado claves para entender su trayectoria. Las piezas reivindican la noción de pintura como escritura, un tema principal en la historia del arte, pero aquí se resuelve utilizando elementos tridimensionales. El alfabeto, los textos, las palabras pintadas no están hechas con el pincel, sino que son representadas con pequeños símbolos, trazos de proto-escritura realizados mayoritariamente en cerámica. La pintura aparece sobre los fragmentos en ocasiones manteniendo la individualidad de las piezas, cada una mostrando un tono o un color diferentes; en otras, la pintura se expresa por encima de composiciones previamente realizadas, es una pintura que juega a varios niveles. Las partes que componen los todos están enganchadas al soporte del lienzo o la madera con hilos o cables finos, que abrazan las piezas y se enlazan en la parte trasera.

El título de algunas series, como Escritura o Reconstrucción, clarifican también la sucesión de capas referenciales de las obras, pues analizan tanto las influencias del mundo del arte (el cuadro que interpreta, por ejemplo, un autorretrato de Van Gogh) como aspectos característicos de lo pictórico, como el paisaje o la naturaleza. Al interpretar estos conceptos desde la tridimensionalidad, la pintura deviene imaginario, no tanto técnica o medio. El lenguaje artístico que emplea Calvo en esta época amplía el campo interpretativo de la pintura en un momento, los años ochenta, en el que alcanzó una eterna juventud. Barbara Rose definía así la influencia de la artista valenciana: «Lo innovador de [su] aportación al diálogo actual consiste en que su falta de artificio no es una construcción intelectual, sino una expresión natural de su auténtica personalidad».