que ciertos ornitólogos –ciertamente no todos, ya volveremos sobre esto– han entendido muy pronto que
los territorios podían ser difícilmente el objeto de una teoría general. El zoólogo británico Robert Hinde, en
su introducción al número especial de la revista Ibis consagrada a los territorios (1956), escribirá de hecho
que “la diversidad de la naturaleza no podrá jamás ajustarse a un sistema de cajones y categorías26”. Las
categorías, agrega, no están ahí más que para ayudarnos en nuestras discusiones. Son tanto más discutibles
cuanto que dentro de una misma especie, en un mismo período de tiempo, se pueden encontrar usos
muy diferentes, simultánea o sucesivamente, y en otras especies se observarán usos diferentes según la
edad, el sexo, el hábitat o la densidad de población.
Todo esto no es fortuito. Los ornitólogos han sido confrontados desde el principio a la diversidad de
las especies, y han cultivado muy pronto un acercamiento comparativo que los ha vuelto atentos a la pluralidad
de las organizaciones27. Los acercamientos comparativos exigen, y comprometen a, una verdadera cultura del
tacto, de la atención a las diferencias y a las especificidades, y del cuidado por aquello que importa. Es una
cultura que muchos de ellos –no todos, pero sí aquellos que van a resultar más interesantes– han aprendido a
honrar.
Pero también es posible que algo esté sucediendo en torno al comportamiento territorial: es un
comportamiento del que yo decía que había asombrado e impresionado a los investigadores. Los pájaros,
muy a menudo, manifiestan tal vitalidad, tal potencia de determinación, gastan tal energía, de hecho parecen
tan “poseídos” por lo que están defendiendo, que no es impensable afirmar que los propios investigadores
se han visto afectados: ¡he aquí algo que verdaderamente importa! Y que era importante.
VINCIANE
despret
es filósofa y profesora de filosofía de las ciencias. Se graduó en filosofía y psicología en la Universidad de
Lieja e inmediatamente se interesó por los cruces entre la experimentación científica, la etología, la antropología
cultural, la psicología animal y la epistemología de las ciencias. Sus principales estudios revisan
la relación entre seres humanos y animales, las afecciones y conexiones intersubjetivas que esta produce,
y los modos en que la ciencia humana y el pensamiento filosófico trazan vínculos con el “mundo animal”.
Publicó, entre otros, los libros ¿Qué dirían los animales... si les hiciéramos las preguntas correctas? (Cactus),
A la felicidad de los muertos. Relatos de quienes quedan (La Découverte) y Pensar como una rata
(Quae).
26 Robert A. Hinde, “The biological significance of the territories of birds”, Ibis, 98, 1956, p. 340-369, p. 342.
27 Me gustaría agradecer a Baptiste Morizot, por su generosidad y atención al releer mi manuscrito, por llamar mi atención
sobre este aspecto.