Page 49

Colección del IVAM. XXV Aniversario

Los años que precedieron a la Gran Guerra fueron un tiempo cargado de tensiones y rupturas. La llamada crisis del fin-de-siécle derivó a finales de la primera década hacia cambios significativos tanto en las formas del pensar como en las del arte. Expresionismo alemán por una parte y Futurismo italiano por otra fueron las dos primeras manifestaciones de un cambio en la cultura artística. La renuncia a los principios del naturalismo y de un arte mimético llevó al Expresionismo a iniciar un viaje hacia el interior del sujeto. El Futurismo se orientó más bien a imaginar el futuro, cuando todavía no era pensable la proximidad de la Gran Guerra. Todo deviene frenético y la velocidad es la condición de la vida moderna escribirá Marinetti en “Les mots en liberté futuristes”. Carlo Carrà asociará el dinamismo plástico al futurismo político favoreciendo la ambigüedad de unas ideas que se consolidarán pronto en la agenda política de los años 20. Paralelamente la misma búsqueda recorre otros proyectos atentos a cifrar los cambios de la época y sus consecuencias. Sonia y Robert Delaunay junto a Vicente Huidobro o Blaise Cendrars exploran un nuevo espacialismo. Mientras desde la otra orilla, en la que se ha instalado definitivamente el pesimismo, una mueca irónica construye el discurso de la decepción. El Dadaísmo con su geografía poliédrica siembra de sospechas el final de una época. Tristan Tzara, en su “Dada soulève tout”, y Francis Picabia, El Lissitzky y Jean Arp, al igual que los trabajos de Kurt Schwitters serán la muestra de un viaje que ha invertido definitivamente el mundo de la representación y su sentido como ya había antes sugerido Marcel Duchamp con La mariée mise 47 à nu par ses célibataires même. F.J.


Colección del IVAM. XXV Aniversario
To see the actual publication please follow the link above