A mediados de los años 60 Nueva York se convierte en el centro de la escena del arte. Son años fundamentales y la mirada sobre el arte adquiere perspectivas más complejas. Es importante tener en cuenta el papel fundamental que comienza en este momento a jugar la crítica: la autoridad y legitimidad del historiador del arte comienza a ser sustituida por la del crítico. Lo que está en juego es la emergencia de un tipo de sociedad, cercano a los parámetros de lo que vino a llamarse el american way of life. En este contexto la mirada sobre el arte se desplazaba hacia a los otros espacios de un mundo que en su complejidad había definido sus horizontes políticos y pronto interpretaría sus estilos de vida. La aparición del Pop Art expresaría mejor que ninguna otra forma dichos cambios y legitimaciones. En torno a la galería Leo Castelli crecerá una generación que en su conjunto interpretará admirablemente ese cambio de época. Ten from Leo Castelli de 1967 reunirá a todos ellos desde Jaspers Johns a Frank Stella, Donald Judd, Roy Lichtenstein, Robert Morris, Robert Rauschenberg, Andy Warhol, James Rosenquist... Son años fundamentales que terminarán significando un giro en las formas del arte y en el papel de su institución. El circuito del arte, artistas, galerías, coleccionismo, museos crecerá a partir de ese momento de forma acelerada y será el arte con sus ideas y lenguajes el que defina una nueva modernidad. En el límite de esta idea pueden leerse obras como Shades de 1964 de Robert Rauschenberg o Black and White Numerals 257 de 1968 de Jasper Johns. F.J.
Colección del IVAM. XXV Aniversario
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