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Colección del IVAM. XXV Aniversario

17 debido a los Encuentros Internacionales de Diálogos Iberoamericanos, como en lo artístico gracias a los convenios expositivos con las mejores instituciones culturales desde México a Tierra de Fuego. Como decía al principio del texto, este modelo reticular con el cono sur americano se ha conseguido gracias a la puesta en escena de una gestión que he basado en un permanente intercambio cultural con el exterior a partir de una Colección reformulada de manera novedosa por ejes temáticos. Entre todos hemos construido un museo con rigor artistico, muy querido por los artistas y coleccionistas y muy cercano a la sociedad. En este sentido, el compromiso del IVAM, en estos últimos años es firme, puesto que mantiene entre sus principios fundamentales la idea de cimentar un espacio artístico más humano, más participativo y más solidario, mediante programas sociales que hemos denominado IntegrArte, CapacitArte y Sonríe con el Arte, que apuestan por el bienestar y la integración de todos los públicos, sin distinción, dado que la cultura es uno de los mejores medios para establecer nuevos diálogos y crear nuevos espectadores. En este ámbito cabe señalar los proyectos culturales que he desplegado en torno a los Objetivos del Milenio, sobre todo aquellos relacionados con la defensa solidaria de los derechos de las mujeres en todas las partes del planeta donde se están incumpliendo. En este sentido, el IVAM se ha distinguido por proyectos expositivos en los que he sentido el deber y la responsabilidad de homenajear a todas aquellas mujeres que se atrevieron a invadir el terreno artístico en una época en la que estaban inexplicablemente segregadas. Con ese interés personal por acercar el museo a las personas de todo el mundo y adaptarse a la realidad de cada momento histórico, me siento muy vinculada al desarrollado de una línea tecnológica que ha permitido al IVAM anticiparse a las tendencias sociales que se van consolidando a fuego lento. Este innovador proyecto ha consistido en la activación de dos aplicaciones (Colección IVAM y Librería IVAM) que parten de la necesidad de ampliar los canales de comunicación entre el museo y el público para transmitir sus acciones artísticas y editoriales utilizando los dispositivos tecnológicos móviles y las redes sociales. Este proyecto trata, además, de impulsar la investigación y el conocimiento del arte aportando herramientas que contribuyan a facilitar su comprensión y su difusión entre la ciudadanía. Conociendo esta trayectoria histórica, que lo ha colocado en la cumbre de los museos mejor valorados tal como confirma en su último reportaje sobre museos internacionales la prestigiosa revista The Economist, sabemos que este logro se produce porque el IVAM no se creó con palabras cóncavas excesivamente seductoras, ni con retóricas manidas, ni con escenografías teatrales de cartón piedra. Muy por el contrario, se erigió con los emotivos imperativos que el arte exige, mediante la inquietud poética que decididamente desea superar la decadencia del espíritu y proclive a una inteligencia emocional o a una ciencia de las sensaciones que colaborase en el afianzamiento cultural de nuestra sociedad. Así, a día de hoy, el IVAM se erige como uno de los principales baluartes culturales nacionales e internacionales debido a que en su ámbito se recogen bondades y valores devaluados en muchas de las frecuencias en las que se modula la realidad de nuestro país. “Nuestra cultura tiene una misión sin precedentes: es una búsqueda oficial e incesante de una nueva sensibilidad”, apuntaba Daniel Bell en su imprescindible ensayo Las contradicciones culturales del capitalismo. Un pensamiento que podría aplicarse a la creativa vida del IVAM. Según estas reflexiones, el IVAM ha tenido y tiene todavía la capacidad de alumbrar un camino colectivo museístico que responda a las circunstancias inéditas que concretamente se dan en este principio de siglo a partir de las nuevas lecturas que brotan en torno al arte y la vida. Es por ello que, su esencia polifónica, mestiza y sin fronteras, posibilita el desarrollo y la divulgación ideas que sirvan para superar el estadio de transición e incertidumbre en el que la sociedad global fluye actualmente en su devenir líquido como señala Zygmut Bauman. A partir de estos firmes propósitos que se han cumplido con holgura en estos veinticinco años, y de una colección que exhibe una síntesis de la sucesión de los lenguajes plásticos que de manera ininterrumpida han legitimado al arte contemporáneo, el IVAM se ha convertido en un área de descanso armónica que defiende una nueva erótica del objeto, de los espacios, de las formas, de los trazos… donde reposan las ideas más cualificadas que surgen de un mundo que corre vertiginosamente y muta rápidamente de un estadio a otro.


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